Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
25 de febrero, 2011
Egidio Torre Cantú insiste, en añadir ingobernabilidad a Tamaulipas. No conforme con desatender los compromisos políticos que realizó su hermano Rodolfo para ganar la gubernatura, ahora pretende trastocar un sistema político microrregional que por décadas ha proporcionado estabilidad y armonía sociopolíticas en los municipios.
Sin saber a donde va, y desconociendo lo que hace, el gobernador ha emprendido una cruzada contra la clase política local. Le ha dicho, que las Comapas han dejado de ser trampolín electoral para sus administradores. Ha enfatizado que los tiempos en que de esa institución salían candidatos, han terminado. Muy bien. Eso es absolutamente correcto en el sentido social…
…pero completamente incorrecto, en el sentido político.
Lo socialmente válido es que las Comapas y sus administradores se dediquen en cuerpo y alma a responder a los usuarios con un servicio sin problemas. Es decir: que el agua llegue a todas partes sin problemas al tiempo de que el drenaje, opere en el mismo tenor. Sencillo. Para ello, ha razonado el gobernador, es suficiente con que al frente de esa dependencia se instale a un sujeto con un perfil técnico como lo exige el cargo.
Al parecer, Egidio piensa socialmente correcto.
El problema para el gobernador, es su visión –chata- de las Comapas en el sistema político tamaulipeco. Esta dependencia, por décadas ha sido una zona de expresión de los grupos de poder municipales. Es un espacio político, manejado para dar equilibrio a la estructura de poder microrregional: por lo general es ocupado por un representante de los factores locales que no llegó a la alcaldía. (No siempre es así; sólo en la mayoría de los casos, así es).
¿Qué demonios quiere decir eso?
¿Cómo interpretar esa conducta (…para Egidio perversa) del sistema político tamaulipeco y de gobernantes pasados?..
Las Comapas son herramienta para la armonía política en los municipios (me refiero a armonía entre la clase política priista que son mayoría, en la mayoría de los municipios) y son fuente de consensos para el gobernador del estado. Se erigen a la vez, como instrumentos de vinculación con la ciudadanía; son correas de transmisión entre las políticas de gobierno y los gobernados que al mismo tiempo juegan el rol de usuarios de un servicio público.
Por esas razones es políticamente incorrecto que el gobernador, intente desprender a las Comapas de su naturaleza política. (No afirmo que esté mal o bien la medida; digo que es inadecuado políticamente). Es imprudente, porque suma -a un escenario con descontentos ciudadanos crecientes- la irritación de las clases políticas locales. Más claro: ensancha las bandas de ilegitimidad del gobernador Egidio, que en su alucinación cree estar revolucionado el sistema político tamaulipeco.
Su ancestro político –Norberto Treviño Zapata- intentó algo similar: hacer a su modo, el circuito de la autoridad en Tamaulipas. No pudo. Las afluentes de poder locales, se desbordaron hasta casi incendiar el estado. (Lupe Arcos, un humilde líder, de un humilde pueblo –Llera- lo puso al borde de la renuncia). En corto: Treviño Zapata, el ilustrado, recibió un sofocón político del semianalfabeta Arcos.
¿Para qué esperar, a que proliferen los Lupe Arcos?..