Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
8 de febrero, 2011
El Parque Cultural de Reynosa (PCR), es escenario de una de las batallas más encarnizadas que se recuerden por el presupuesto. Por un lado, la desproporcionadamente presupuestívora Elsa Sánchez –patrocinada por el insaciable equipo de Oscar Luebbert-. Por el otro, la ex diputada Leticia Terán, apuntalada por el alcalde Everardo Villarreal.
Desde hace semanas, desde la capital habían intentado imponer a la ex funcionaria luebbertiana Sánchez. Pero su larga historia de servidora pública (Aún hoy es día que no puede comprobar los 400 mil pesos que el Ayuntamiento de su primo Oscar Luebbert le entregó mensualmente durante los tres años de la administración) dificultó la intentona de darle posesión.
Para destrabar el asunto –el equipo de Everardo cerró filas con la profesora Terán toda vez que los enviados de Ciudad Victoria actuaron con torpeza- enviaron a Reynosa a un alto representante de la mayor institución gubernamental de Cultura. Pero este sujeto, Hernán Rocha, enredó más el asunto.
Rocha se encerró en su hotel con una botella de güisqui y otra de tequila e hizo desfilar a los trabajadores del PCR. (¡Que a 39 días de iniciada la administración y habiendo estado al frente de la institución, no han recibido un solo quinto de salario!). Les exigió su renuncia. Y con algunos de ellos envió un mensaje a la todavía directora del PCR:
“Díganle a Doña Lety Terán que necesitamos su renuncia. Y pronto. Porque no queremos sacar unas comprometedoras grabaciones que tenemos de ella…”
La red de espionaje contratada por Oscar Luebbert, traída desde Victoria, confió a este columnista:
“Las grabaciones existen. Pero sólo Luebbert y yo las conocíamos”.
¿Quién hizo llegar las grabaciones a Rocha, o a la jefa de Rocha?
¿Porqué utilizar esos métodos de coerción desleales entre la clase política priísta?
¿Las grabaciones las hizo llegar Luebbert, a los altos funcionarios de Cultura?
¿Fueron las grabaciones, un golpe bajo de Elsa Sánchez para acelerar la remoción de Doña Lety Terán?
Las formas en que Sánchez, Luebbert y los representantes de la Cultura de Tamaulipas utilizaron para deslazar a Terán, irritaron a los protectores de la aún Directora del PCT. El asunto podría llegar a mayores. La posibilidad de una ruptura y un choque de mayor intensidad se perciben en la atmósfera de la ciudad.
Rocha y su jefa, tienen la obligación de no abrir más frentes a la administración estatal. Y sobre todo, elegir con responsabilidad a la gente que instalarán al frente de estos monumentales espacios para la recreación y el esparcimiento de los tamaulipecos. La ciudadanía está hastiada de gente como Elsa Sánchez, que ha operado la actividad cultural en Reynosa con afanes patrimonialistas, elitistas y ausentes de transparencia.
Ya basta.