Martha Isabel Alvarado (†)
Dirección General
Fernando Flores
Sub Dirección General
29 de diciembre, 2010
Hace dos semanas, el gerente de Laredo, Carlos Villarreal sorprendió cuando declaró que el puente IV entre los dos Laredos no era prioritario para Laredo, porque de acuerdo con los números estadísticos que se manejan en la vecina ciuidad, no es necesario un nuevo cruce.
Fue, por supuesto, una declaración que no coincide con la realidad porque si alguien sabe que el puente IV se necesita es Carlos Villarreal.
El puente IV no solo se necesita en este momento, sino que además, al paso en que se gestiona y obtiene el permiso para su construcción, lo que puede llevarse muchos años más, se tendrá que gestionar el puente V. Ahí están como muestras las fechas de operación de los puentes: el I en 1954; el II en 1976; y el III en 2000.
En Nuevo Laredo debe revisarse muy bien lo dicho por Villarreal. Es evidente que detrás de esa declaración hay un trasfondo que bien puede ser enojo, pero hay que revisar si ese enojo es exclusivo de él o lo comparte el gobierno de la ciudad e incluso el propio Condado de Webb. Es evidente que al señor Villarreal le molesta algo que paso o se dijo en Nuevo Laredo con respecto al puente IV y la mejor forma que encuentra para desquitar su enojo, es minimizando la importancia de un nuevo puente.
Actualmente, las gestiones del puente IV están paradas. Algo se tiene que hacer para que el asunto pueda moverse y que Nuevo Laredo pueda ser más competitivo como ciudad.
En los últimos días se ha comprobado que lo dicho por Villarreal no coincide con la realidad. Los tres puentes han estado saturados, tanto de trailers, vehículos ligeros y peatones.
Desde hace algunos meses cruzar a pie dejo de ser una alternativa para quienes de pronto tienen necesidad de ir a Laredo y no quieren esperar mucho tiempo en el puente. Los peatones han tenido que soportar esperas de hasta tres horas para cruzar y aunque cada semana se escucha el ofrecimiento de las autoridades migratorias de que se va acabar con el problema, el tiempo pasa y todo sigue igual.
En cuanto al puente II, ni se diga. Ir en vehículo a la vecina ciudad se ha convertido en una torturante espera de entre dos y tres horas y en algunos días, las filas se han hecho en ambos lados de la frontera, como resultado de la llegada de los paisanos.
El año pasado, el regreso de los paisanos originó esperas en el puente II de más de 24 horas y obviamente solo los paisanos, y quienes tienen sentri, estuvieron dispuestos a esas esperas
Nuevo Laredo necesita el puente IV, como necesita también un nuevo puente ferroviario, el recinto fiscalizado en el puente III y el aeropuerto de carga. Durante la última campaña electoral, el sector privado coincidió en que esos proyectos son indispensables para que Nuevo Laredo pueda seguir creciendo y ser más competitivo.
Nuevo Laredo tiene que trabajar de la mano con Laredo para sacar adelante proyectos como el puente ferroviario y el puente IV y por eso es fundamental que existan muy buenas relaciones entre ambos gobiernos. Pero relaciones reales, no de dientes para afuera, como sucedió en los tiempos de Daniel Peña en que las autoridades laredenses ponderaban las buenas relaciones con Nuevo Laredo, pero al mismo tiempo viajaban a Monterrey para decirles a los regios que estaban más que dispuestos para activar el puente Colombia.