28 de noviembre, 2014
El priismo de Tamaulipas se solidarizó con el Presidente Enrique Peña Nieto y su decálogo de 10 puntos para mejorar la seguridad y la justicia en México.
Tanto el dirigente estatal, Rafael González Benavides, como el líder municipal, Jesús Valdez Zermeño, enviaron comunicados en los que respaldan las acciones anunciadas por Peña Nieto para mejorar la seguridad, entre las que destacan, la desaparición de las policías municipales y la facultad de desaparecer los poderes en los Municipios que estén al servicio de la delincuencia.
La próxima semana, el Presidente enviará al Congreso el paquete de reformas a la Constitución para darle sustento a estas medidas.
Las medidas, en el papel suenan, fabulosas, pero México es un país donde abundan leyes, pero muchísimas no se aplican.
La impunidad sigue siendo el principal obstáculo para que México se convierta en un país de leyes y orden.
En otro tema, la empresa Mitofsky acaba de dar a conocer un estudio que realizó para conocer la opinión de los mexicanos en torno al llamado Buen Fin y no sorprende saber que tres de cada cuatro consumidores están convencidos de que los comerciantes no ofrecen descuentos reales y que suben los precios días antes de que se ponga en marcha el Buen Fin.
Un 41 por ciento de los clientes pagan sus compras con tarjeta de crédito y un 38 con efectivo.
En promedio cada consumidor vista tres tiendas y prefiere las departamentales en un 44 por ciento; un 23 los clubes de precio; y un 16 las tiendas de autoservicio y especializadas.
El 62, compró artículos electrónicos; un 60, ropa; un 59, equipo de cómputo; un 52 línea blanca; un 47, muebles; un 40, libros y música; y un 19, alimentos y bebidas.
Con el Buen Fin, el comercio mexicano busca emular al estadounidense, pero la realidad es que hay una enorme distancia entre unos y otros. El comercio mexicano realizó en el 2013 el Buen Fin una semana antes del Vienes Negro y este año, lo hizo dos semanas antes, pensando, ingenuamente, que miles de mexicanos se gastarían el dinero en México y descartarían viajar a los Estados Unidos para aprovechar el Viernes Negro. La estrategia fallo, especialmente porque no hay punto de comparación entre los descuentos ofrecidos en uno y otro país.
En otro tema, falleció el cómico Chespirito, quien durante más de dos décadas divirtió a los niños mexicanos. Era una época, en la que no había opciones en la televisión y quizá por eso pudo triunfar, pues se trataba de un humor bobo, como lo era el de Capulina. No sabemos si un niño de la actualidad pueda divertirse viendo una película de Capulina o un episodio de El Chavo. O peor, aún, de El Chapulin Colorado.
Lo que es evidente es que Chespirito se convirtió en un referente de la década de los ochentas en México, como también lo fue Raúl Velazco o Jacobo Zabludovski. Son iconos de una época que se fue y quien tenga recuerdos bonitos, que los recuerde y el que no, pues no.