26 de noviembre, 2014
El 10 de septiembre de 2012, Andrés Manuel López Obrador anunció su renuncia a 23 años de militancia dentro del Partido de la Revolución Democrática. Dos años después, el 25 de noviembre de 2014, un anuncio similar hace Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano.
Tanto López Obrador como Cárdenas fueron fundadores del Partido de la Revolución Democrática, surgido 25 años antes, después de que paso la elección presidencial de 1988 y en la que, por primera vez en la historia, el proceso fue competido.
Hasta antes de 1988, el PRI iba a las elecciones no para competir, sino para legitimarse. En 1976, por ejemplo, José López Portillo compitió solo, pues el PAN no postuló candidato, y el PRI fue apoyado por sus paleros del PPS y PARM.
Después de 1988, el panorama político cambio en México. Los partidos opositores decidieron asumir un papel más opositor y esto fue resultado, de que la izquierda se nutrió de personajes que nacieron y se formaron en las filas del PRI, como Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigienia Martínez y con el paso de los años se incorporarían otros como Manuel Camacho, Marcelo Ebrad, Ricardo Monreal.
Surgidos del PRI, estos elementos conocían las entrañas del PRI y pusieron en marcha estrategias para combatirlo que resultaron efectivas en las urnas.
En 1997, cuando por primera vez se eligió Jefe de Gobierno del Distrito Federal, el PRD postuló a Cuauhtémoc Cárdenas que ganó la elección y el DF se convirtió en el bastión del partido del sol azteca. De nada ha servido que el PAN forme alianzas con el PRI para competir con el PRD: este los ha aplastado en las urnas.
Pero junto a Camacho Solís, a Ricardo Monreal, a López Obrador, en el PRD se integraron elementos de izquierda convencidos de que ser de izquierda es oponerse en público a las acciones del gobierno, pero a cambio de pactar en lo oscurito.
Desde hace algunos años, el PRD está secuestrado por personajes como Jesús Ortega y Jesús Zambrano, que acaba de heredarle el poder a Carlos Navarrete. Por eso se equivocan quienes pretenden exculpar a Navarrete del caso Iguala, con el argumento de que él apenas llegó a la dirigencia en septiembre. Sí, pero él ya participaba en los acuerdos de sus padrinos, Jesús Ortega y Jesús Zambrano.
Con la renuncia de López Obrador en el 2012 y la creación de Morena, y ahora con la renuncia de Cárdenas, el Partido de la Revolución Democrática está condenado, sino a desparecer, si a sufrir un severo adelgazamiento en su militancia y en un descuido puede ser desplazado al segundo lugar en la lista de los cuatro partidos de izquierda de México.
El PRD dejó de ser una opción para quienes se identifican con la izquierda y después de la renuncia de Cárdenas, habrá muchas más, muchas más que cuando López Obrador se fue, convencido de que el PRD se convirtió en partido clientelar, dispuesto a servir a quién mejor pague.