5 de noviembre, 2014
En el marco del Primer Congreso Estatal sobre Equidad de Género, la ex directora del Instituto Municipal de la Mujer (IMM), Ana Lidia Treviño Ley, felicitó al gobierno municipal por impulsar la equidad de género en la vida pública y en la sociedad.
Entendemos que Ana Lidia recibe un sueldo del IMM y por eso se siente obligada a darle las gracias a quien le paga, pero de eso a hablar sobre un impulso real a la equidad de género en la vida pública, dentro del gobierno panista, hay una enorme diferencia.
En el gigantesco organigrama del gobierno municipal, solo figuran tres mujeres: Luzirene Alzaga Madaria, Gina Ferrara y Leticia Meneses, la primera como Secretaria de Desarrollo Social, la segunda como directora del Zoológico y la tercera como directora de Desarrollo Social. Tres posiciones, en un universo de varias decenas de cargos, no puede catalogarse como un avance en la lucha por la equidad de género.
La equidad de género, es una asignatura pendiente, en la que se tiene que avanzar con mayor rapidez, pero asignando cargos no en función del sexo, sino de trayectoria, de experiencia en la vida pública, de capacidad intelectual, de ganas de servir.
En otro tema, el diputado independiente Salvador Rosas aclara que no cierra su oficina de gestoría, pero en cambio ya no participan los regidores del PAN Heriberto Cantú, Ireri Calderón, Hugo Galindo Leal, Luis Talamás y María Echartea, quienes compartían las instalaciones.
El legislador dice que la renta y operación de esta oficina de gestoría la paga de su propio bolsillo.
Las gestiones que los ciudadanos plantean al diputado, este las solucionaba de su propio bolsillo, pues es un secreto a voces que el alcalde no lo quiere y por eso no lo apoyaba.
La ruptura de Rosas con el PAN y el alcalde Carlos Canturosas ya trajo como consecuencia que fuera dado de baja de la nómina municipal el abogado Raúl Saldivar Reyes, familiar del diputado y quien ocupaba la cartera de Coordinador de Jueces Calificadores.
Esto no amedrenta a Salvador Rosas y él insiste en que no necesita al gobierno municipal para nada, pero además en estos momentos se siente arropado, pues desde que renunció al PAN, la mayoría de los partidos lo han invitado a que se afilie con ellos y él lejos de precipitarse, se deja querer y en su momento tomará la decisión que más le convenga.
Por nuestra parte, insistimos en que con todo y lo controversial que resulta Chava Rosas, el PAN, concretamente su coordinador Enrique Rivas, cometió un error al no intentar retenerlo. El PAN no está para dividir y restar, sino para sumar y multiplicar.
Pero además, es de lo más absurdo que Rivas se empeñe en proteger a un diputado que golpea a otro diputado. Esperemos que un ciudadano normal no se cruce con Juan Patiño en uno de sus días de furia, porque le iría muy mal y nadie, mucho menos Enrique Rivas, lo protegería.
La impunidad, siempre será condenable, venga de donde venga. Que sea azul, no la hace bonita, aunque Enrique Rivas se empeñe en hacernos creer lo contrario.