23 de octubre, 2014
El caso Iguala, con los 43 normalistas desaparecidos, vino a darle la puntilla al PRD. Levantar al partido será muy complicado, admitió Rafael del Orbe Reséndiz.
Ex dirigente municipal del PRD, expuso que el partido está acabado en Nuevo Laredo, pues con los menos de mil 300 votos que obtuvo en la elección del 2013, no solo se quedó sin regidores, sino que automáticamente el partido no aporta ni siquiera el 3 por ciento de la votación general emitida, que impone la ley para conservar el registro.
Es decir, el PRD de Nuevo Laredo se sostiene de los votos que aportan otros municipios y estados, pero por sí solo, sería incapaz de conservar el registro, en el supuesto de que el porcentaje de votos que pide la ley se pidiera por cada Municipio.
“Y si a esto le agregamos el escándalo que se ha suscitado por el caso Iguala, en donde el alcalde José Luis Abarca, que llegó postulado por el PRD y ahora se le señala como participe en la desaparición de los normalistas, andamos muy mal”, agregó.
La mala imagen que el PRD se ha ganado a nivel nacional con este caso, nos repercute en todo el país y Nuevo Laredo no es la excepción, puntualizó.
Del Orbe anticipó que al PRD le va a ir muy mal en Tamaulipas y en todo el país, en la próxima elección, en la que encima tendrá como principal competidor a Morena que busca el registro definitivo.
Expuso que luego de los desastrosos resultados que obtuvo el PRD en la última elección, el partido quedó pulverizado y no se ve la intención de reanimarlo.
El PRD tendrá que trabajar muy fuerte para mejorar su imagen, pero francamente no vemos cómo pueda hacerle, dijo.