18 de septiembre, 2014
Vino el director estatal del Issste, Enrique de la Garza Montoto y atendió a un nutrido grupo de maestros jubilados y pensionados, que días atrás habían protestado frente a las instalaciones del hospital que ese Instituto tiene en Nuevo Laredo, por deficiencias en el servicio.
La reunión se realizó en uno de los salones del Hotel Real Inn, con la presencia del secretario general de la FSTSE, Benjamín García Marín.
El delegado se comprometió a que en un lapso de entren 6 y 8 semanas se habrán mejorado servicios del hospital como la lavandería, el aire acondicionado, el área de rayos equis, etc.
¿En fin, esperemos que el servicio mejore, para el bienestar de los derechohabientes del Issste, pero en especial para los maestros y jubilados que con su actitud valiente al salir a protestar, obligaron a la autoridades a voltear la vista hacía Nuevo Laredo.
En otro tema, resultan indignantes las escenas de saqueo de los hoteles y comercios en Los Cabos. Aquello hasta parecía un país en guerra.
Si en otras tragedias provocadas por la naturaleza, como el sismo de 1985 en la Ciudad de México, salió a relucir lo mejor de la gente, en Los Cabos, con el huracán Odile, surgió el lado obscuro.
Miles de personas se dedicaron al saqueo de manera abierta y descarada, lo que obligó al envío de fuerzas federales y elementos de la recién creada Gendarmería Nacional, con instrucciones precisas de que se ponga en marcha una tolerancia cero. Es decir, saqueador al que se detecte irá directo a la cárcel.
Total que en la última década, la naturaleza ha castigado con rudeza al país. En el 2005, Wilma arrasó con Cancún y dejo daños por más de 31 mil millones de dólares y el año pasado el huracán Manuel dejo cuantiosos daños al azotar el puerto de Acapulco.
Ahora, la naturaleza fue dura con Los Cabos y encima salió a relucir el lado obscuro de una parte de sus habitantes, entregados al vandalismo. Es posible que algunos se hayan dedicado a delinquir por hambre, pero eso no los justifica.
En otro tema, sesionó el cabildo y aprobó no incrementar los valores catastrales en el 2015.
Pero ojo, esto no significa que no habrá incrementos. En realidad si los habrá, porque los las tarifas se miden en salarios mínimos, y estos aumentan entre 3 y 4.5 por ciento cada año. Durante los últimos años los valores catastrales no se han incrementado, pero si lo que pagamos cada año, por la actualización de los salarios mínimos. Si usted tiene los recibos del impuesto predial de los últimos años, podrá verificar que cada año paga un poco más, a pesar de que la última actualización de los valores catastrales se realizó hace algunos trienios.
Así como no se fijaran nuevos valores catastrales, exactamente pasa lo mismo en el pago de derechos como la licencia de conducir o las actas de nacimiento, cuyos costos se fijan en salarios mínimos.
Claro, el gobierno a estos aumentos de precios no los llama así, sino ajustes de precios o actualizaciones, que a fin de cuentas es lo mismo.