15 de septiembre, 2014
Concluyó el plazo para solicitar la realización de una consulta popular y el PRI le entregó al Senado de la República una propuesta avalada por 6 millones 75 mil 752 firmas de ciudadanos, reunidas en todo el país. El priisimo tamaulipeco contribuyó con 220 mil firmas y los priistas de Nuevo Laredo con más de 16 mil.
Y si este ejercicio se toma como una medición de fuerzas y de la capacidad de movilización de los partidos, el PRI sale mejor librado que los demás, aún incluso reuniendo las firmas de Morena y el PRD, que versan sobre el mismo tema y juntos reunieron arriba de 5 millones, pero ya se sabe que la izquierda está dividida.
El 3 de septiembre, el PRD entregó su petición para realizar una consulta que permita revertir la Reforma Energética, avalada por dos millones 356 mil 664 firmas.
El 9, Morena entregó su propia petición, también para que se revierta la Reforma Energética, respaldada por dos millones 712 mil 285 firmas.
El PAN hizo lo propio, el día 12, al entregar dos millones 450 mil firmas, proponiendo una consulta para que se fije un salario mínimo más digno.
El Senado le entregará al Instituto Nacional Electoral estas firmas, junto con los datos contenidos en la lista nominal, para que las revise y determine si son válidas. De ser así, enviará el expediente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que valide la constitucionalidad de cada una de estas cuatro peticiones, dos de ellas con el mismo tema, pero respaldadas por dos partidos diferentes, como el PRD y Morena.
La Ley Federal de Consulta Popular establece que los temas que sean aprobados y llevados a consulta para que adquieran validez legal, es necesario que en la votación participe por lo menos el 40 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal, alrededor de 30 millones.
Además, la obligatoriedad tendría una vigencia de tres años.
Es decir, aún falta camino por recorrer para que cualquiera de las tres propuestas se concrete.
Además, aún sin ser expertos en derecho constitucional, se antoja poco probable que prosperen las tres propuestas, pues se trata de temas que como en el caso de la Reforma Energética o el Salario Mínimo, están contemplados en la Constitución desde 1917, en el caso de los salarios.
Los tres temas muy bien pueden ser incluidos en la agenda legislativa de cualquiera de los partidos para analizarlos y discutirlos en el Congreso. Más que una consulta ciudadana, se requiere de voluntad para lograr un consenso entre las diferentes fuerzas políticas.
En el fondo, gestionar una consulta popular suena más a populismo que a un ánimo real por conseguir modificaciones legales.
Pero en fin, vamos a ver de qué manera atiende la Suprema Corte de Justicia cada una de estas peticiones que en el caso de ser aprobadas, después tendrían una nueva prueba de fuego al tener que reunir el 40 por ciento de los ciudadanos que aparecen en las listas nominales y lograr este porcentaje en una elección intermedia no es muy difícil, pero tampoco es fácil, como diría el Filosofo de Güemes