25 de agosto, 2014
A alguien del PRI se le ocurrió crear la agrupación “Unidad Revolucionaria” y automáticamente se revivió a centenares de ex funcionarios de elección popular y a ex funcionarios de designación.
En las primeras reuniones en las que se convocó a los ex pudimos ver a Ramón Garza Barrios, a José Arambula, Lázaro Peña, Alejandro Montemayor, Lupita Gutiérrez, Rodolfo Ramos Treviño y después se unieron muchos otros personajes como Horacio Garza Garza, Ramiro Guzmán, Marisela López Ramos, Jaime David Johnston, Benjamín Rosales.
En principio se integraron más de 100 elementos, pero por supuesto que hay cientos de posibles prospectos, pues tan solo en cada administración municipal participan más de 200 funcionarios, tanto de elección como de designación.
La idea es que los ex se sientan tomados en cuenta por el PRI y aporten sus opiniones para mejorar el trabajo proselitista.
Entre los ex, hay algunos que aunque la última vez que ocuparon un puesto fue hace 15 o 20 años, siguen teniendo agradecimiento y lealtad para el partido que les permitió ocupar cargos de elección y de administración, como es el caso de Daniel Covarrubias Ramos que no desatiende cuanta invitación se le hace para que asista a los eventos del PRI. O está el caso de Gilberto Salinas que fue diputado y dirigente del PRI, hace más de 30 años y se sigue ostentando orgullosamente priista.
Y así podríamos citar muchos nombres de personajes agradecidos con su partido, a diferencia de lo que sucede con los políticos de las últimas generaciones que quedan fuera de un trienio y no paran de quejarse de que se comete una ingratitud al habérseles dejado fuera de la administración.
En otro tema, estamos a unos días de que el Presidente Enrique Peña Nieto rinda su Segundo Informe de Gobierno. Han pasado 21 meses de que inició su gobierno y ciertamente poco ha mejorado el país.
Se aprobaron reformas a diversas leyes que tienen como objetivo consolidar el desarrollo del país en los próximos años, pero 2013 y 2014 han sido difíciles para todos, con un crecimiento de nuestra economía de menos del 3 por ciento anual. Economía que no se refleja en el bolsillo de los más pobres, no esta bien.
Ha mejorado la percepción de la ciudadanía en el tema de la inseguridad, pero estamos lejos de cantar victoria. E igual pasa en temas como la salud, la educación, el empleo, el combate a la pobreza extrema.
En descargo a los avances tan lentos, hay que decir que el país se estancó en los 12 años de gobierno panista. En esos 12 años se nos quiso imponer la visión de un país imaginario, muy distante de la realidad. Primero tuvimos a un loco feliz y luego a un borrachín y los borrachines son malos como gobernantes. ¿O es que acaso hay alguien que defienda a Victoriano Huerta y a Emilio Martínez Manotou?
Al sexenio del Presidente Peña Nieto le quedan cuatro años y tres meses para consolidar su gobierno. Se tiene que hacer un esfuerzo mucho mayor al que se viene haciendo, para que la economía se consolide y se reduzca la brecha entre pobres y ricos, pero no que todos seamos pobres, sino que haya menos pobres.