20 de febrero, 2014
Fue en 1983 cuando el Congreso del Estado reformó la Constitución y el Código Municipal para autorizar los regidores de partido, o de representación proporcional, que hicieron su aparición pública en 1984.
En 1984, solo eran dos los regidores de partidos y con el tiempo se fueron incrementando hasta llegar a los siete de la actualidad.
En estos 31 años de regidores plurinominales ha habido de todo. Jaime Bulás Chávez fue la primera voz opositora que se hizo escuchar en el cabildo.
Tres años después, Jesús González Bastién le alzaba la voz a Heberto Villarreal, haciéndole protestas frente a la presidencia municipal. También estaba Jorge Emilio Cantú quien fue un guerrero incansable, en sus críticas al gobierno. No le importaba que lo mayoritearan, él quería que en las actas de cabildo quedará constancia de su combatividad.
En el trienio 1990-1992, participó Oscar Alarcón, manteniendo una posición crítica e igual hizo Leopoldo Ortiz.
En 1993-1995, en el que sigue siendo el trienio con el mejor cabildo en la historia de Nuevo Laredo, brillaron personajes como Jorge Ramírez Rubio y Ernesto Ferrara, sacando adelante proyectos como la Entrada Digna, Reservas Territoriales y la campaña anticorrupción, Di no a la mordida. En ese mismo trienio, también brillaron José Angel Valdez Reyna y Víctor Martell, convertidos en unos auténticos Chucho el Roto, pues aprovechaban el presupuesto público para beneficiar a la gente pobre, con medicamentos, pasajes, materiales de construcción y otros tipos de ayuda. Otro que destacó fue Eliseo Raúl Huerta.
En el trienio 1996-1998, Hugo Galindo Leal se estrenó como regidor opositor.
De 1999 a 2001,.
Del 2002 al 2004, el cabildo tuvo unos auténticos diablos como Antonio Arredondo, y Everardo Quiroz. De vez en diario hacían enloquecer a los priistas con sus denuncias públicas.
Del 2005 al 2007, el papel de diablo lo desempeñaron Francisco Chavira y Jorge Salinas Falcón, a quien seguía Rafael Pedraza.
En el trienio 2008 a 2010, Jorge Valdez, Rogelio Soto, José Guadalupe Bautista Montoya Jorge Ramírez Rubio, fueron lo más críticos posibles.
Del 2011 al 2013, curiosamente la oposición fue representada por Yahleel Abdala.
En el trienio 2014-2016, hasta ahora no ha habido oposición. Los regidores del PRI, se han sumado a la mayoría y en el PAN ninguno quiere asumir una posición crítica. Estos últimos a lo más que llegan es a “secundar”, las propuestas que otros hacen.
Ser opositor no es gritar ni ofender. No estar de acuerdo con la mayoría tampoco quiere decir que no se tenga la razón. En las propias familias, los hijos disienten con los padres, por temas como la comida, los viajes, la ropa, las amistades y eso no quiere decir que unos y otros se odien.
Los cabildos fuertes, fortalecen al alcalde y fortalecen a la ciudad. Un cabildo autómata sirve para muy poco.