14 de febrero, 2014
En el PAN, personajes como Enrique Rivas Cuéllar, Rubén Bazán Ancira y Heriberto Cantú Deándar, figuran como los principales prospectos a la diputación federal y a esta lista hay que añadir dos nombres más, el del Secretario del Ayuntamiento, Ernesto Ferrara Theriot y el de Enrique Reséndez Covarrubias, representante del Ayuntamiento en el Distrito Federal. Por supuesto, tampoco hay que descartar al alcalde Carlos Canturosas, el favorito entre la militancia, pues están convencidos de que con él las posibilidades de ganar son del 100 por ciento.
Y mientras en el PAN los aspirantes a la diputación buscan crecer en el ánimo de los ciudadanos, en el PRI los candidatos naturales son personajes con experiencia política comprobada.
La lista la encabeza el diputado y presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, Ramiro Ramos Salinas, aunque francamente sentimos que le sirve más al PRI en la posición que actualmente ostenta.
Otro es el ex alcalde Ramón Garza Barrios y un tercero más es la ex diputada Rosa María Alvarado Monroy.
Los tres, pues, tienen experiencia política y mucha gente atrás de ellos, aunque lo primordial es que quien sea postulado cuente con el respaldo de toda la familia priista, entre mayor sea la unidad interna, mayores serán las posibilidades de triunfo. Ninguno de los aspirantes puede darse el lujo de participar exclusivamente con los afiliados de su grupo. Tienen que promover una apertura auténtica, en la que quepan todos.
Además de ellos 3, habrá muchos más que en los próximos meses irán surgiendo, para lo cual buscarán posicionarse en el ánimo de los priistas.
Se supone que al ser el PRI oposición, lo natural sería que tuviese problemas para encontrar candidatos interesados en competir, pero en realidad sucede lo contrario.
El 2015 serán elecciones intermedias en las que ya no habrá candidatos presidenciales que les acarren votos a los candidatos a diputados federales. Los propios candidatos van a tener que trabajar muy duro por cada voto que obtengan y es esto lo que da confianza a quienes aspiran a representar al PRI.
Además, hay el ingrediente adicional de que el PRI nacional aspira a tener una mayoría en la Cámara de Diputados, que facilite las reformas legales. Y en ese barco quien estar muchos.
Por supuesto, la elección del 2015 no está decidida, como ingenuamente lo quieren hacer creer la gente del PAN y como ingenuamente lo quiere hacer creer la gente del PRI. En todo caso, la elección del 2013 permitió que la sociedad apartidista se diera cuenta que un voto solo no vale, pero unidos pueden premiar y castigar.
En medio de todo esto, los otros cinco partidos son registro no pintan y al final van a jugar con candidatos que les permitan obtener el 3 por ciento de la votación global, suficiente para conservar el registro y las prebendas que eso acarrea.