Con todo el Poder de la Información

Martha Isabel Alvarado (†)

Dirección General

Fernando Flores

Sub Dirección General

El Partenón
Alberto Guerra Salazar

¿Y cuándo apresarán a Francisco?

Alberto Guerra Salazar

José Inés Figueroa

El rey del huachicol

José Inés Figueroa

Arnoldo García

NO ESPECULAR

Arnoldo García

Nuevo Laredo

Como sea... perdió

Raúl HERNANDEZ

24 de julio, 2012

A mucha  gente no le  gusta la  forma en que Andrés Manuel López Obrador  reaccionó ante su derrota y creen que sus  reclamos son exagerados.

Lo mejor que puede hacer, dicen sus críticos, es aceptar  su derrota, “haiga sido como  haiga sido”.

En el 2006,  cuando un servidor voto por López Obrador lo hizo pensando que era el único que podía detener al PAN. Pero una vez que se oficializó la  victoria del PAN, se nos hizo muy vulgar y corriente que López Obrador se pusiera a llorar como niña  y a gritar que se había realizado una elección de Estado.

En el 2006, López Obrador tenía razón al decir que fue una elección de Estado, pero todos, incluidos los que votamos por él, lo sabíamos y con esa convicción le dimos el voto. Y si perdió –-perdimos-- fue consciente de lo que enfrentaba.

Pero en el 2012 la  derrota  de López Obrador fue contundente. De 114 millones de mexicanos, menos de 16 millones le dieron su voto. Es cierto que el proceso fue desaseado, pero perdió.

La defensa de López Obrador sigue siendo política y no jurídica, terreno este último donde se tomará la decisión  final, que seguramente será  avalando la victoria de Enrique Peña Nieto.

Es posible que lo que López Obrador busque no es que se anule la elección, sino que Peña Nieto no llegue  fuerte a la presidencia de la república y que  busque la forma de legitimarse, lo que abre la posibilidad de que  tenga que  negociar con las  fuerzas opositoras al PRI. Es ahí donde también entra el PRD,  busca una   rebanada del pastel, lo cual en cierta  forma es natural, pues la política es negociación.

Sin embargo, una vez que el TRIFE  valide la elección, el PRD, y la izquierda en general,  tienen que jubilar a López Obrador y obligarlo a asumir un papel más pasivo, pues  en vez de ayudarlos ya les está haciendo daño.

El PRD necesita ampliar sus cuadros y López Obrador  debe hacerse a un lado para que las decisiones se tomen  de manera colegiada. Ni el PRD ni México necesitan un Mesías y menos uno chicharronero.

Mientras  tanto, a nuestro amigo Jorge Valdez se le complican las cosas dentro del PRD y por lo pronto los dirigentes de los  comités de Victoria y Jiménez se quejan de que no se les envían las partidas mensuales que les corresponden por las prerrogativas que entrega el Gobierno del Estado y que son algo así como 303 mil pesos, a distribuirse en toda la entidad.

Esta  guerra de declaraciones en su contra se da en la víspera del cambio de dirigencia estatal. Su periodo ya se cumplió y las tribus esperan que se autorice la convocatoria para el cambio, lo que debe ocurrir de un momento a otro.

En la reciente elección, al PRD le  fue muy bien en votos y  recuperó el tercer lugar en Tamaulipas, posición que en el 2009 le arrebató el Partido Verde.

Jorge Valdez puede retirarse satisfecho de ese tercer lugar, aunque a muchos perredistas, un tercer lugar  no les llena el ojo.

 

Más artículos de Raúl HERNANDEZ
El Partenón
José Luis B. Garza

Martha Isabel Alvarado

José Luis B. Garza

Carlos López Arriaga

Fiscalía, en cuenta regresiva

Carlos López Arriaga

Clemente Castro

La confianza se construye

Clemente Castro