28 de junio, 2012
Es increíble como en México una ley reglamentaria esta por encima de la Constitución y los que pueden evitar esos abusos, no lo hacen, en aras de darle transparencia a un proceso electoral.
Solo en México es posible que una ley reglamentaria como el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, ordene suspender ciertas garantías constitucionales en los tres días previos a la elección, lo que es una barbaridad.
En tiempos electorales, el IFE se abroga facultades de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Ejecutivo, del Legislativo y nadie dice nada, para no dar la imagen de que se quiere entorpecer nuestra dizque democracia.
En este país, donde no hay originalidad, y tanto nos gusta copiar a los estadounidenses, ya es hora de copiarles usos y costumbres en materia política.
¿Por qué no permitir que el Presidente de la República abiertamente pueda participar en los actos políticos de su partido? ¿No es mejor eso a que participe de manera simulada?
Durante el segundo debate de los candidatos presidenciales, el Presidente Calderón se metió en el proceso electoral para desmentir a uno de los aspirantes que, contra su costumbre, en vez de írsele a la yugular, lo recibió con besitos amorosos.
Pero en vez de actuar con claridad, a las autoridades les gusta la simulación. Así ha sido siempre. Hoy nos hablan de supuestos topes de gastos de campaña que nadie respeta, pero tampoco nadie se compromete a perseguir a quienes los violentan,
Mejor sería desparecer los subsidios a los partidos políticos y que en campañas cada candidato gaste lo que quiera, a condición de que compruebe su origen lícito y que pueda demostrar la identidad de cada uno de los aportantes, así se trate de 100 pesos.
Cuando Carlos Hank Rhon pretendió ser candidato a gobernador por el Estado de México le preguntaron que siendo un hombre multimillonario cuánto estaría dispuesto a gastar en la búsqueda de su candidatura y contestó que gustoso se gastaría 100 millones de dólares, pero el gasto permitido era de dos millones.
Hoy nos dicen que los subsidios son necesarios para que no se filtre en las campañas el dinero ilícito.
Nos dicen también que los topes son necesarios para que no haya derroche de dinero, como si el dinero que los políticos se ahorran lo fuesen a donar a los pobres.
Se requieren muchos cambios en los procesos electorales, desde el uso de urnas electorales electrónicas, fijarles una gratificación a los funcionarios de casilla e incluso hasta incentivar el voto ofreciéndoles a los electores descuentos en el pago de servicios o descuentos al comprar bienes en comercios. También es necesario que haya respeto a la Constitución. No puede una ley reglamentaria estar por encima de nuestra Carta Magna.