18 de junio, 2012
En su visita a Reynosa, el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto dijo que será el primero en respetar los resultados de la elección del 1 de julio.
“Que no se preocupen por nosotros, que no se preocupe la sociedad o aquellos que tengan duda. Soy el primero, insisto, en respetar lo que mandate el pueblo de México”, subrayó en lo que bien se puede interpretar como una declaración de “cajón”, en el momento en que las encuestas le dan un aventaja de entre 13 y 15 puntos y cada punto representa algo así como medio millón de votos.
Por lo pronto aquí, en Nuevo Laredo, el ex alcalde Arturo Cortés Villada dijo que la diferencia entre Peña Nieto y su principal adversario será de entre 6 y 9 millones de votos.
El abanderado del PRI también dijo en Reynosa que ejercerá una presidencia democrática, respetará las instituciones y reconocerá la diversidad y la pluralidad.
Aunque Peña Nieto hace este anuncio de que respetará los resultados, porque las encuestas lo marcan como favorito, en su descargo hay que decir que tanto en el 2000 como en el 2006, el PRI acepto sus derrotas con honor, sin andar quejándose como plañidera rentada, así que si hoy se repitiera la historia, seguramente el PRI lo aceptaría de nuevo, sin chistar.
En cambio, los focos rojos están encendidos en el PRD o más bien con Andrés Manuel López Obrador. ¿Qué pasará si pierde? ¿Se repetirán los plantones en Reforma? ¿Volverá a declararse Presidente Legítimo y volverá a recorrer el país apoyado en una fundación obscura como Honestidad Valiente?
En el 2006 dijo que aceptaría su derrota aunque fuese por un solo voto, al final perdió con una diferencia de 243 mil votos e hizo un mega pancho.
En otro tema, el profesor Arnulfo Rodríguez reapareció el fin de semana y dijo varias cosas interesantes, entre ellas que lo de su enfermedad no fue una invención ni una estrategia; dijo que confía en que la mayoría de los 60 mil afiliados al SNTE en Tamaulipas le den su voto; y les deseo suerte a los maestros que hoy apoyan a otros partidos, pero señaló que “nuestra organización sindical tiene memoria”.
Dijo que hay maestros que andan en otros partidos cuidando un empleo de 3 o 6 años, cuando en el magisterio van a estar 30, 40 o 50 años y que después del 2 de julio cuando enfrenten un problema como maestros, van a recurrir al sindicato para que los respalde.
El candidato a senador por Nueva Alianza y además secretario general de la Sección 30 del SNTE, reiteró que después de las elecciones dejará la dirigencia sindical y confió en que su sucesor sea un maestro leal, que surja de su círculo más cercano.
Expuso que todo mundo sabe la forma tan especial en que llegó a la dirigencia estatal y que luego de 4 años y 8 meses al frente, la relación es de respeto con Elba Esther Gordillo y por eso la renovación en la Sección 30 se resolverá en base a lealtades.