8 de junio, 2012
Parece increíble que a 22 días de la elección, y 18 para que cierren las campañas, ninguno de los cuatro candidatos presidenciales haya visitado Nuevo Laredo y lo más probable es que ninguno venga en los próximos días.
Lo más cercano que ha estado de Nuevo Laredo, los candidatos, han sido Reynosa, en el caso de López Obrador; Matamoros con Josefina Vázquez Mota; y Tampico con Enrique Peña Nieto.
De 1994 a la fecha, los candidatos de los principales partidos se han dado espacio para visitar esta frontera.
En el 2006, por ejemplo, tuvimos la presencia de Felipe Calderón, Andrés Manuel López Obrador, Roberto Madrazo, Patricia Mercado. El único que no vino fue Roberto Campa Cifrían, de Nueva Alianza.
En el 2000, nos visitaron Vicente Fox --quien después de tomar posesión regreso a las dos semanas, en una visita de locura, pues parecía un Luis Miguel o un Javier Hernández--, Francisco Labastida y Cuauhtémoc Cárdenas.
En 1994 tuvimos a Ernesto Zedillo, Cuauhtémoc Cárdenas y Diego Fernández de Ceballos y en 1988 a Carlos Salinas, Manuel Clouthier, Cuauhtémoc Cárdenas y el gran Heberto Castillo.
Hoy, en cambio, ninguno de los cuatro ha estado en Nuevo Laredo, no sabemos si por la inseguridad o por qué razón. El propio Felipe Calderón no regreso como Presidente, aunque en cambio sí lo hizo su esposa, Margarita Zavala, quien estuvo aquí el 25 de febrero de 2009.
En las dos últimas elecciones presidenciales, Nuevo Laredo se ha pintado de azul. En el 2000, el PAN obtuvo en este distrito 70 mil 529 votos, contra 49 mil 827 del PRI y en el 2006, el PAN refrendó esa supremacía al obtener 62 mil 156 votos y el PRI 40 mil 091.
Electoralmente, Nuevo Laredo es importante para los tres principales partidos, en especial para el PAN, por haber tenido mayoría en las dos últimas elecciones presidenciales y obviamente también es importante para el PRI que busca quitarle esa preferencia.
El PRD posiblemente esté consciente de su tercer lugar, pero quizá busque darle una buena cantidad de votos, buscando compensar las altas y bajas que se van a tener, en función de cada Estado. Por ejemplo, en el Distrito Federal va a ganar de calle, pero en cambio en Nuevo León y Chihuahua, las preferencias se las van a llevar el PRI y el PAN.
Pero toda la importancia electoral de Nuevo Laredo, no ha sido suficiente, por el momento, para convencer a los candidatos de visitar este sufrido terruño. Ni modo, ahí será para la otra.
La ausencia de los candidatos en nuestra ciudad, seguramente no va a influir en el ánimo de los militantes de cada partido. Los priistas van a votar por Enrique Peña Nieto, los panistas por Josefina Vázquez y los perredistas por López Obrador. Eso está claro.
Las visitas, sin embargo, podrían ayudar a los indecisos para que tomen una decisión e incluso podrían motivar a los que hoy están decididos a no ir a votar, que son una mayoría que supera los votos que va a obtener el ganador.