18 de mayo, 2012
Como en los conciertos musicales, los partidos se están reservando para el final lo mejor de sus campañas.
Estamos a 42 días de la elección y a 39 de que se cierren las campañas, y seguramente una vez que arranque junio los partidos van a intensificar su proselitismo para convencer a los ciudadanos de que les otorguen su voto.
Las campañas han sido largas, especialmente en lo que compete a la diputación federal y por eso los partidos están reservando para el final lo mejor de su estrategia, por lo menos en lo que corresponde a los tres principales partidos.
Verónica Flores, del PRI, aunque sabe que la arropa la estructura de su partido y esto le da una gran ventaja con respecto a sus contrincantes, eso no la mantiene estática y por el contrario lo mismo realiza caminatas que reuniones con organizaciones priistas y de la sociedad civil, para solicitar el voto y comprometerse a defender los intereses de Nuevo Laredo. Temas como la educación, la salud, la promoción al comercio exterior, la generación de empleos, la promoción del deporte, el turismo, el mejoramiento de la seguridad, la protección de niños, mujeres y adultos mayores, la gestión de infraestructura social para los que menos tienen, forman parte de su agenda diaria.
Por su parte, Glafiro Salinas, del PAN, no descansa en la búsqueda del voto. Sabe que la batalla es difícil, que su candidata presidencial no cumplió con las expectativas que esperaban los propios panistas. Por eso la apuesta no está en un eventual efecto Josefina, sino más bien en lo que pueda hacer con su propia campaña. Sabe que tiene un voto duro importante, pero que si quiere ganar debe hacer un esfuerzo adicional, pues el voto panista no es suficiente y necesita motivar a los apartidistas para que le tengan confianza.
A su vez, Lizbeth Marín Sánchez, del PRD, realiza una campaña de mucha altura política, además de que a diferencia de otras elecciones, el partido la ha arropado y le ha dado recursos si no bastos, por lo menos decentes para desplegar una campaña que se ve en espectaculares y mantas por todos los rumbos de la ciudad. Le está echando todas las ganas y sabe que tiene en el PRI y el PAN dos fuertes rivales, uno por su estructura ganadora y otro porque gobierna al país.
Las últimas cuatro semanas van a ser demasiado importantes en la estrategia de los partidos, pues son los días previos a la elección, en los que los mensajes deben ser captados por los ciudadanos.
Por cierto, que aunque iniciamos esta colaboración, comparando el cierre de las campañas con el final de los conciertos musicales, hoy, por razón de los topes de gastos de campaña tan recortados, de 812 mil pesos, es seguro que ningún candidato contrate grupos musicales de renombre para sus cierres, tomando en cuenta que agrupaciones como Intocable, cobran alrededor de 100 mil dólares por presentación y se supone que en el monitoreo de gastos que realiza el IFE este ya tiene idea de lo que cobran los grupos, así que traerlos, implicaría violentar el tope de gastos.
Para los cierres, pues, los partidos tendrán que optar por grupos locales de dos o tres mil pesos la hora.