14 de mayo, 2012
Jesús González Macías y Humberto Rangel Vallejo, candidatos al Senado por el Partido Verde Ecologista de México, sostuvieron que su participación en el Proceso no se limita a ratificar el Registro, si no “a ganar algunos Distritos y ¿por qué no?, la Senaduría”.
En conferencia de prensa, González Macías, ex dirigente estatal y diputado local, dijo que al arranque de las campañas, el Verde figuraba con un 8 por ciento de las preferencias ciudadanas, pero ya creció y hay lugares como Ciudad Madero en donde tiene 14 puntos.
“Nosotros somos la tercera fuerza política en Tamaulipas, por encina del PRD. Tenemos tres diputados locales, tenemos regidores en la mayoría de los municipios grandes como Victoria, Reynosa, Matamoros, Madero, Nuevo Laredo”, agregó.
No solo vamos a ratificar el registro y crecer un poco más, sino que también podemos ganar algunos distritos, y ¿por qué no?, la senaduría, subrayó.
De visita por esta ciudad, reconoció que no habían venido por la inseguridad que prevalece en las carreteras de Tamaulipas.
“Es la primera vez que estamos aquí y vamos a regresar más adelante”, añadió.
Invitó “a los resentidos, a los marginados” de otros partidos a que se integren al Verde.
Nosotros no somos un partido de revanchas, no somos un partido de venganzas, somos en cambio un partido abierto a la ciudadanía como lo demostramos en el actual proceso en el que postulamos, en el caso de Nuevo Laredo, a una ama de casa y en Victoria, a una jovencita de 22 años de edad, apuntó.
A su vez, Humberto Rangel dijo que a diferencia de otros partidos, el Verde le apuesta a proyectos a largo plazo como los vales para medicinas, pena de muerte a secuestradores, no a las cuotas escolares y por la responsabilidad ambiental.
“La gente nos identifica, sabe que estos años hemos estado impulsando estas propuestas y por eso cuando los abordamos, nos dicen, ¡Ah, ustedes son los de no a las cuotas escolares!”, añadió.
Pero también estamos impulsando que el salario mínimo sea de 100 pesos diarios y que se incentive la economía, por, ejemplo, en el caso de la frontera norte necesitamos que se quite la carga fiscal a la regularización de vehículos americano, subrayó.
“Antes regularizar u carro andaba entre 2,900 a 7 mil pesos, ahora anda sobre los 20 mil pesos. Antes se regularizaban 200 unidades diarias, ahora el movimiento se cayó en un 60 por ciento y la gente ya no viene como antes en que se quedaban en el hotel, visitaban los restaurantes y generaban una derrama económica importante”, comentó.