22 de noviembre, 2011
El senador Manlio Fabio Beltrones se bajo de la contienda priista y con ello deja abierta la puerta para una muy buena negociación con el grupo de Enrique Peña Nieto. De haberse registrado para participar en el proceso interno además de interpretarse como una simulación, pues no tenía posibilidades de ganarle a Peña Nieto, le hubiera restado capacidad de negociación. Es lo que paso aquí en Tamaulipas cuando Oscar Luebbhert se la jugó por la libre con Eugenio Hernández y al perder pretendía que le regresan el dinero de la campaña, además de muchas posiciones, pero no se lo dieron.
Pero con todo y que el senador Manlio Fabio dijo que declinó en aras de la unidad y una unidad para cambiar, no para que todo siga igual, lo cierto es que la forma en que se está desenvolviendo el proceso interno del PRI, se parece mucho al PRI de antes de 1988, al PRI hegemónico, al PRI donde la unidad más que voluntaria era a la de fuerzas, al PRI que cuando no ganaba en las urnas, arrebataba. Es un PRI que funcionó en su tiempo, pero eso no significa que si se recicla vuelva a funcionar.
Todo esto es como los programas de la televisión. En su momento El Chavo, Siempre en Domingo, Mala Noche No, Para gente Grande, fueron muy exitosos, pero si se intentara una versión actualizada, ya no funcionarían, porque el mundo, las épocas, los protagonistas van cambiando.
El regreso del PRI a la presidencia de la república es casi un hecho. Los ciudadanos y hasta los propios panistas se hartaron de 12 años del PAN en los que no resolvió problemas ancestrales y en campaña nos dijo que sí podía.
Pero que el PRI regrese, con el apoyo mayoritario de la ciudadanía, no significa que los ciudadanos también apoyen el regreso de las prácticas del PRI anterior a 1988 que incluía el cambio instantáneo de gobernadores que caían de la gracia del presidente en turno y que incluía un poder sin límites.
El PRI ganará, pero no debe reciclar la historia.
En otro tema, después del ejercicio comercial al que se le impuso el nombre “El buen fin”, este viernes 25 los americanos, tendrán su propio ejercicio, conocido como El Viernes Negro. Y mire, haciendo a un lado el patriotrismo, los primos ya nos dieron un adelanto este fin de semana, de lo que les espera a los compradores, al poner en oferta DVD blue ray a 50 dólares, computadoras a 229 y televisores de 40 pulgadas a 350. Es cierto que el precio del dólar está por las nubes, pero haga cuentas y decida dónde le conviene comprar. Y si estos precios ya están vigentes, imagine los que habrá este viernes.
Comprar no es un asunto de patriotismo, o de comprar aquí para que el vecino conserve el empleo. Comprar es un asunto de economía y es necesario que el gobierno y los comerciantes mexicanos lo vean así para que ganen clientes. Hasta los que diseñan las campañas invitando a comprar en México se van a comprar a la vecina ciudad.
Y en medio de todo esto, un día antes del Viernes Negro, los estadounidenses y con ellos muchísimos mexicanos van a celebrar el Día de Acción de Gracias, una festividad americana a la que los patriotas no le han encontrado peros, como si sucede con el Halloween o Santa Claus.
Y es que independientemente de si se es creyente, o no, en una fuerza superior, el Día de Acción de Gracias reúne a las familias para compartir el pan y la sal..