Pugnas en el PRD

Raúl HERNANDEZ

20 de noviembre, 2011

A gritos y sombrerazos, el líder estatal del PRD, Jorge Valdez Vargas se sostiene en la dirigencia y lo malo para él es que este clima de adversidad no va a cambiar hasta su salida, que será el próximo  año, según el mismo lo anuncio en  otra ocasión.

Y esa salida se va a dar en función de que buscará una  posición de elección, que puede ser la diputación  federal o una local. Sus adversarios lo saben y por eso  hacen todo lo que este a su alcance para  golpearlo, debilitarlo y eventualmente, echarlo.

Tanto Jorge Sosa Polh como Francisco Chavira  fueron  destituidos en sus cargos y por eso ahora buscan vengarse aplicándole la misma receta a Jorge Valdez.  Pero con todo y lo que ambos esfuercen, es  poco probable que alguno de los dos  vuelva a figurar  ya sea en la presidencia del consejo o en la del comité directivo. A los dos los  echaron por  los errores que cometieron y los perredistas difícilmente les darán una nueva oportunidad.

Mientras tanto, el líder local del PAN, Carlos Alberto Bulás, tiene serios problemas para convencer a los regidores Martha Chavira, Félix Canales, Adán de Hoyos y Gerardo Madrazo de que paguen sus cuotas mensuales al partido. Ninguno de los cuatro ha atendido los llamados que se le han hecho para que paguen.

Olímpicamente lo ignoran, lo cual no tiene nada de raro, si se revisa la trayectoria política de cada uno de ellos. Ninguno de ellos pertenecía al PAN antes de que registrarse como candidatos. De hecho tanto Madrazo como de Hoyos andaban con el PRI y cambiaron de chaqueta, cuando se presentó la ocasión. Chavira se sigue diciendo perredista, aunque en realidad no lo es. Es chavirista.  No atiende otros intereses, más que los suyos. Y Canales no supera el éxito que otros parientes suyos han tenido en el PRI. Bulás haría mejor en hacerse a la idea de que estos cuatro nunca van  a pagar cuotas.  A los cuatro los mueve el dinero, y dinero que les cae en la bolsa, ya no sale. Hasta ahora no han hecho nada por la ciudadanía, más que  beneficiarse del momento. Dan pena ajena.

Y todo esto debería mover a la reflexión de los panistas para cerrarles las puertas a los oportunistas, pero va a llegar una nueva elección y se van a  dejar deslumbrar, nuevamente, con  algún loco que se diga amigo de  Obama. Ni modo, en el pecado llevan la penitencia.

Mientras tanto, en la víspera de su Primer Informe, el Gobernador Egidio Torre Cantú recibió la noticia de que el Congreso le autorizó un presupuesto de  35 mil 539 millones de pesos que permitirá que en el 2012 le vaya mejor a Tamaulipas, ya que el año que corre fue difícil porque había necesidad, como el mismo lo dijo, de poner orden en casa.

La misma regla se aplica en Nuevo Laredo  al aprobársele un presupuesto de 1,632 millones de pesos, con la ventaja de que la carga  en el pago de la deuda contratada y la corriente, será menor a la del 2011 y esto permitirá un programa de obra más  completo.

Si el 2011 fue difícil, el 2012 permitirá mayor obra al haber más recursos. Ciertamente  las campañas electorales  pondrán  freno a la promoción de las obras que se realicen, pero al final de cuentas lo que importa es que las obras se puedan realizar.