21 de julio, 2011
El ex alcalde Daniel Peña Treviño no oculta su intención de ser el candidato del PRI a la diputación federal. Abiertamente lo comenta a quien se lo pregunta.
Pero además, en esta búsqueda de la candidatura, sostiene reuniones con quien tenga disposición para escucharlo. En mayo último, por ejemplo, le ofreció un convivio a un nutrido grupo de jóvenes del Frente Juvenil Revolucionario que dirige Rafael Nolasco. En la reunión quedó claro que los jóvenes son institucionales, que van a apoyar a quien sea el candidato, pero si Daniel fuese el favorecido, esto le daría un plus.
Y es que no es lo mismo, apoyar a un candidato por institucionalidad que hacerlo por su carisma y simpatía.
Hace unos días, Daniel organizó una cena para la prensa, donde además de la comida y bebidas, también hubo rifa de dinero en efectivo.
En la CTM, están enterados de los esfuerzos que realiza Daniel Peña por conseguir la candidatura y recientemente, con motivo del aniversario luctuoso de Fidel Velázquez, le permitieron dar un mensaje.
En la CTM Daniel es un activo importante como resultado de que en estos momentos es el secretario regional del Sindicato de Electricistas para los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila. En este último Estado, Daniel tiene un rancho y tiene como vecino al gobernador electo, Rubén Moreira Valdez, con quien ha hecho amistad al grado de que se menciona que el mandatario electo le ofreció interceder ante su hermano, el actual dirigente nacional del PRI, para que en su momento le eche la mano en el asunto de la candidatura.
Como si todo esto no fuera suficiente, en las últimas encuestas que se han hecho en Nuevo Laredo para medir las preferencias ciudadanas, invariablemente el ex alcalde figura entre los tres personajes que más conoce los priistas.
Por supuesto, estar bien posicionado en el ánimo de los priistas no es suficiente para ganar la candidatura. Hay muchos otros factores que intervienen para que se defina una candidatura, pero ser popular es una gran ventaja que facilita la campaña.
Claro, aún faltan varios meses para que se definan los candidatos y falta mucho más para que se oficialicen los nombres, lo que ocurrirá allá por el mes de abril.
Y mientras Daniel y otros priistas hacen su lucha por conseguir la diputación, en el PRI la operación política tiene que hacer su trabajo para garantizar los mejores resultados.
Una elección federal siempre es difícil, y más cuando está de por medio la presidencia de la república.
Hoy pareciera que para el PRI nacional las cosas andan bien, pero un panorama similar se veía antes de las elecciones del 2000 y antes de las del 2006. En el 2000, para muchos priistas nunca existió la posibilidad de perder y les fue muy mal. Antes del 2006, los priistas pensaron que ahora si ganarían y les fue como en feria. Hoy, en apariencia, todo marcha mejor con un prospecto que hasta ahora ha sido más mediático que real, pero al PRI le ha dado resultado y lo vimos en la elección en el Estado de México.
Por supuesto, una elección presidencial no pueda apoyarse solo en una campaña mediática, tiene que centrarse en la operación política para que de resultados.