6 de mayo, 2011
Mucho ruido y pocas nueces. Eso es lo que dejo la última junta de cabildo, por parte de la fracción panista,
De nada sirvió que en los últimos días los ediles se rasgaran las vestiduras y ofrecieran, ahora sí, desquitar lo que se les paga, que es demasiado, por nada.
De poco valió la presencia, en plena junta de cabildo, del Presidente del Comité Municipal del PAN, Carlos Alberto Bulas, que de alguna manera debería haber servido como un estímulo para que los panistas se decidieran a asumir el rol que les corresponde.
Por el contrario. Los panistas fueron convidados de palo y para Bulas quedó claro que el PAN se equivocó con los ediles.
Días atrás el propio Bulas hizo el coraje de su vida, luego de que el PAN organizó un evento para festejar a los niños y los ediles decidieron hacer su propio festejo, sin importarles la imagen del partido. Con esos simples eventos sociales, el PAN se exhibió como un partido partido por la mitad. Y todo gracias a los regidores del PAN.
Estos ediles no tienen remedio y no lo pueden tener cuando hay alguno que otro cincuentón que nunca ha trabajado, porque tuvo la suerte de ser hijo rico.
Primero fue el PRD y el PT y ahora se suma el Partido Convergencia a las críticas de sus propios militantes por la forma en que los dirigentes manejan los subsidios que oficialmente les otorga el gobierno.
Al líder estatal de Convergencia, el ex perredista Emiliano Fernández, le llueven las críticas por el manejo discrecional que le da a los 190 mil pesos mensuales que se le entregan a su partido.
Hay que recordar que el PT recibe 244 mil y el PRD 303 mil.
El ex candidato a gobernador, Alfonso de León Perales, acusa a Emiliano de utilizar los recursos oficiales para promoverse y buscar la reelección, que se supone debe ser un paso de mero trámite si se recuerda que antes de hacerse cargo de Convergencia, Emiliano militaba en el PRD y hasta fue candidato a la dirigencia estatal. Al perder, de la noche a la mañana apareció como líder estatal de Sinverguenza, perdón, Convergencia.
Eso de que los líderes estatales se quedan con la mayor parte de los subsidios debe tener mucho de cierto, pues basta ver la forma en que operan los comités municipales para darnos cuenta de ello.
La dirigente local de Convergencia, Juana Elsa Camacho, para el desempeño de su trabajo no goza ni siquiera de la bendición de sus líderes y cuando tiene necesidad de hacer alguna actividad partidista tiene que recurrir a fuentes ajenas al partido para que la apoyen. Lo peor es que en época de elecciones los apoyos también escasean y ni siquiera les permiten ir en los primeros lugares de la lista de candidatos a regidores. La propia Camacho en la última elección iba en el primer lugar de la lista y por argucias del candidato a la alcaldía se le desplazo y hoy Camacho sigue dando la cara por el partido y en cambio el candidato ya no se paro por el partido y hasta su nombre se olvido, lo que confirma que de muy poco sirve ceder espacios a personajes que se echan confeti asimismo y se presentan como la última Coca Cola en el desierto, cuando en realidad son un producto inflado.