6 de abril, 2011
El presidente municipal Benjamín Galván Gómez, encabezó la ceremonia luctuosa con la que se recordó a Carlos Cantú Rosas al cumplirse un año de su fallecimiento.
La ceremonia se realizó junto a la estatua erigida en honor de Cantú Rosas, ubicada afuera del Centro Cívico construido durante su administración 1975-1977.
Fue un evento emotivo en el que participó la familia del Chale Boy, encabezada por su viuda, la señora Claudett, su hijo Carlos y las tres hermanas de este. También se dieron cita otros familiares, amigos, ex colaboradores y funcionarios del gobierno de Benjamín Galván.
El nombre de Cantú Rosas ha quedado registrado en la historia de Nuevo Laredo como uno de los políticos más destacados que en su momento mantenía tratos con los presidentes de la república en turno y con los principales actores nacionales, pues no en balde dirigió durante una década al PARM, fue cuatro veces diputado federal y el primer y único alcalde opositor que ha tenido Nuevo Laredo.
Mientras tanto, tres meses tardó el neolaredense Jorge Valdez Vargas para que el Instituto Electoral de Tamaulipas lo reconociera como líder estatal del Partido de la Revolución Democrática.
A principios de enero el Consejo Político Estatal del PRD destituyó, por mayoría de votos, a Jorge Mario Sosa Pohl, acuerdo que fue enviado a la Comisión Garantías y Vigilancia del CEN del PRD que ratificó la decisión del Consejo Político.
Obviamente Jorge Sosa, que siempre ha sido camorrista, no se dejo y se inconformó ante el Tribunal Estatal Electoral que falló en su contra y mantiene otro recursos ante el Tribunal Federal Electoral.
El lunes 4, el Instituto Electoral de Tamaulipas entregó a Jorge Valdez Vargas las prerrogativas pendientes, por un total de 303 mil 323 pesos, lo que enardeció aún más al señor Sosa, pues ya se sabe que lo que más le duele a los mexicanos es que le peguen en la bolsa.
Con la destitución ya oficializada de Jorge Mario Sosa Pohl, ya son dos los presidentes del Consejo Político Estatal del PRD en ser destituidos. El primero fue Francisco Chavira Martínez y ahora Mario Sosa corre la misma suerte. Estos dos casos necesariamente deben mover a la reflexión a Jorge Valdez para no cometer los mismos errores de uno y otro. La destitución tanto de Chavira como de Sosa, fue el resultado de que se alejaron de las bases, en este caso de los consejeros políticos y es que le apostaron a tener una mayoría relativa que les permitiera manejar el consejo político. Ese fue un grave error.
Todo político aspira a tener primero una mayoría relativa que le permita controlar la situación, pero luego debe ampliar esa base y convertirla en una mayoría más completa, más absoluta, que le permita sacar adelante su visión y proyecto de partido.
En fin,nos da gusto la confirmación de Jorge Valdez al frente del PRD porque además de que es de Nuevo Laredo, ha trabajado mucho para ir ascendiendo. En el pasado, en varias ocasiones consintió en ceder su lugar en la planilla de regidores a otro personaje propuesto por el candidato a la alcaldía con tal de que el partido quedara protegido y siempre lo hizo convencido de que si hoy no era su día, mañana sí. Felicidades, pues.