2 de marzo, 2011
El PRI se alista a celebrar este viernes 4 el octagésimo segundo aniversario de su fundación con la mira puesta en recuperar la presidencia de la república en el 2012.
El PRI cumple años sin tener presidente en el Comité Municipal pues todo mundo tiene cierto que Adela Sandoval cubre un interinato circunstancial.
Dos días después de este festejo se cumplen 17 años de aquel discurso de Luis Donaldo Colosio que tanto sacan a colación los priistas cada que se cumple un año más de su aniversario luctuoso y que pocos han leído y mucho menos releído. Es además un discurso que dio cuando su campaña era errática, no prendía, no convencía y hasta se hablaba de sustituirlo.
He aquí algunos de sus párrafos: “Este es el PRI que reconoce los logros, pero también sabe de insuficiencias y de los problemas pendientes”.
“Aquí está el PRI que hoy reconoce que la modernización económica sólo cobra verdadero sentido cuando se traduce en mayor bienestar para las familias mexicanas, y para que sea perdurable, debe acompañarse del fortalecimiento de nuestra democracia”.
“…vivimos en la competencia, y a ella tenemos que acudir. Para hacerlo, se dejan atrás viejas prácticas: las de un PRI que sólo dialogaba consigo mismo y con el gobierno; las de un partido que no tenía que realizar grandes esfuerzos para ganar”.
“Hoy, ante el priismo, ante los mexicanos, expreso mi compromiso de reformar el poder para democratizarlo y acabar con cualquier vestigio de autoritarismo”.
“Sabemos que el origen de muchos de nuestros males, se encuentra en una excesiva concentración del poder, que da lugar a decisiones equivocadas, al monopolio de las iniciativas, a los abusos y a los excesos”.
Más adelante, señala los “yo veo”.
“Yo veo un México en el que los campesinos aún no reciben las respuestas que merecen”.{
“Yo veo un México de profesionistas que no encuentran los empleos en os que puedan desarrollar sus aptitudes y destrezas…”.
“Yo veo un México con hambre de sed y justicia”.
“Yo veo un México convencido de que este es el momento de las respuestas, un México que exige soluciones”.
“Yo veo un México en donde existen trabajadores que no encuentran los empleos y salarios que demandan”.
“Yo veo un México de mujeres que aún no cuentan con las oportunidades que les pertenecen…”
“Yo veo un México de empresarios, a veces, desalentados por el burocratismo, el mar de trámites y la discrecionalidad de las autoridades.
Luego resaltaría lo que México necesita:
“Es la hora de la confianza para todos, la de traducir las buenas finanzas nacionales en buenas finanzas familiares… Es la hora del gran combate a la desigualdad… Es la hora de hacer justicia a nuestros indígenas… Es la hora de que el artículo 27 de la Constitución se exprese en bienestar, justicia y libertad para los hombres del campo… Es la hora de superar la soberbia del centralismo… Es la hora de una educación nacionalista y de calidad… Es la hora de reformar el poder… Es la hora de cerrarle el paso al influyentismo, la corrupción y la impunidad… “.
Diecisiete días después de este discurso, Colosio acabaría abatido a tiros.