30 de enero, 2011
El presidente Benjamín Galván Gómez ordenó la apertura del Centro Cívico para brindar una mejor atención a quiénes tramitan su pasaporte. Y es que diariamente la Oficina Municipal de enlace con la Secretaría de Relaciones Exteriores atiende a un promedio de 300 personas, desde los que asisten a pedir información, los que se presentan con los documentos para obtener el documento y los que acuden a recogerlo.
Tan solo en los últimos tres años en la oficina local se tramitaron 47 mil pasaportes, 22 mil de ellos en el 2010.
Pues bien, con tanta demanda, hay algunas horas del día en las que la oficina está completamente llena y muchas gentes tienen que hacer fila afuera de ella. Pero además, como los trámites pueden llevarse varias horas de espera, hay solicitantes que llegan a hacer fila desde una o dos horas antes de que se abran las instalaciones y tienen que esperar turno a la intemperie y de ahí que el jefe de la comuna haya ordenado que se habilite el Centro Cívico para atender a los solicitantes del pasaporte.
Con tanta demanda, el mismo jefe de la oficina, el profesor Julián Juárez García, se dedica a revisar los documentos de los solicitantes para darle agilidad a los trámites.
En otro tema, la ex alcaldesa Mónica García Velázquez tomó posesión el viernes último como nueva Secretaria de Acción y Gestión Social del Comité Directivo Estatal del PRI.
Mónica sustituye a Susana Hernández Flores quien mientras su hermano fue el Gobernador tuvo mucha promoción política y pudo lucirse desde esa cartera.
Que bueno que una neolaredense se integre al PRI y seguramente le echara muchas ganas para sacar adelante su responsabilidad. Pero además, la nominación le vino como anillo al dedo, pues mientras ella cumple con el PRI, su marido Ramiro Ramos Salinas se ocupa de la Subsecretaría de Transporte, de tal manera que podrán estar juntos.
Además de la cartera de Mónica, hay posibilidades de que en más adelante otro neolaredense se integre a la grilla tamaulipeca, por el rumbo del Movimiento Territorial.
Por otra parte, gracias a Manuel Galicia pudimos volver a disfrutar del ingenio de Don Hermenegildo Torres y sus ocurrencias en torno al PUP. A Don Hermenegildo lo escuchamos una vez que asistió a la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Nuevo León a dar una conferencia sobre el tema que mejor manejaba, en una época en que la censura gubernamental era muy fuerte y no permitía que se dijesen groserías en la televisión, en la radio o en los eventos públicos a grado de que cómicos como Palillo se veían obligados a trabajar con un amparo bajo la bolsa, lo que no impedía que al menos se ganase algunos manazos de parte de elementos policiacos que asistían a sus eventos para vigilar desde el uso correcto del lenguaje, hasta que no hiciera mofa y escarnios del Presidente de la República en turno. En cambio al maestro Torres lo dejaban hablar, porque aunque repetía una y otra vez la palabra pendejo y todos sus derivados nadie se sentía ofendido.
Hoy, en cambio, en la televisión de paga hay programas donde los conductores abusan de las groserías y las majaderías y tal pareciera que la gracia se centra precisamente en eso: en ver quién dice más groserías en pocas palabras y poco tiempo.