Congreso, isla de la fantasía

Max Avila

30 de mayo, 2023

A la memoria de Blas Abundis Sánchez, uno de los últimos quijotes del periodismo.

El domingo anterior Margarita Zavala y José Ángel Gurría encabezaron la agresión hacia quienes permanecían en plantón en el exterior de la suprema corte de justicia. Fue abierta provocación en busca de víctimas para desprestigiar la protesta popular contra dicho organismo cuyos integrantes se han convertido en defensores(as) incondicionales del grupo que por 36 años saqueó y casi destruyó el patrimonio nacional.

Buscaban que corriera la sangre y de ser posible hubiera muertos para culpar a AMLO de la violencia que caracteriza a la derecha reaccionaria. No lograron cumplir el objetivo gracias a que fuerzas del orden lo impidieron por lo que “con la cola entre las patas”, hubieron de retirarse a lloriquear su frustración no sin antes acabar con lo que encontraron a su paso, incluidas casas de campaña, pancartas, mantas y todo material utilizado en esta clase de movimientos.

Por experiencia sabemos que los conservadores utilizan la fuerza a falta de argumentos. Es su historia, lo han hecho siempre, por ello no extraña que aprovechen cualquier oportunidad para destruir en muchas ocasiones pagando a pandillas preparadas, infiltradas y equipadas para tal efecto. En este sentido los mexicas hemos sido testigos a través de medios de comunicación o en forma presencial, como bien puede testificar el autor de esta columneja.

El asunto es que en esta ocasión “el tiro les salió por la culata” a Zavala y Gurría, ambos que, dicho sea, aspiran a la candidatura presidencial por la alianza maldita PRI, PAN, PRD. Y de los que podemos decir muchas cosas; de la primera nos quedamos con la complicidad (al igual que Felipe Calderón Hinojosa) por la muerte de 49 menores y lesiones permanentes a más de cien, el 5 de junio de 2009 durante el incendio de la guardería ABC de Hermosillo, subrogada por el IMSS a Marcia Altagracia Gómez del Campo, (prima de la ex “primera dama”), la que, inútil decir, fue protegida con uñas y dientes tanto por la PGR como por la suprema corte. Desde luego la responsabilidad recayó en algunos empleados y funcionarios menores de la dependencia y el gobierno local. 

Entonces era procurador el infumable Eduardo Medina Mora quien a los tres meses del lamentable hecho renunció para ser premiado con la embajada en el Reino Unido hasta el término de la gestión de FCH, aunque más tarde Peña Nieto lo envió con el mismo cargo a los EU de donde fue sustraído para convertirlo en ministro de la suprema corte fungiendo hasta el 8 de octubre del 19, fecha en que fue obligado a retirarse debido a las investigaciones en su contra por lavado de dinero.

Del tampiqueño José Ángel Gurría Treviño su trayectoria es amplia y harto comprometida con el mundo globalizado. Entre paréntesis, hasta ahora no cumple su ambición de convertirse en gobernador de Tamaulipas. (Hay que tocar madera para que jamás se le haga). El sujeto de marras fue secretario de Hacienda con Zedillo y como tal, operó el tristemente célebre Fobaproa que convirtió la deuda de los banqueros en deuda pública que los contribuyentes han de seguir pagando quién sabe por cuántas generaciones. 

De igual forma Gurría fue quien concretó la venta (regalo, mejor dicho), de los ferrocarriles a empresas extranjeras que después contrataron a su jefe como asesor. Cargo en el que sigue cobrando EZ. ¡Jijos!. Al mentado Gurría se le conoce como “el ángel de la dependencia” después de servir como titular de la Organización para la cooperación y el desarrollo económicos controlada por el gran capital, durante 15 años. Pues él y Margarita son los “dráculas” que buscaban sangre el domingo pasado frente a la scjn.

EL JUEGO DE JUAN PIRULERO

No sabemos que haya sucedido en las últimas horas entre el congreso local y el auditor superior del estado quien responde al nombre de Jorge Espino Ascanio. Y es que se traen un jueguito incomprensible para el ciudadano común. El primero “exigiendo” la entrega de expedientes que acumulan presuntas irregularidades de ex funcionarios y el segundo que los retiene bajo el pretexto de que no es subordinado de nadie. El escribidor agregaría que menos de una representación que escandaliza por la ineficacia de sus tareas transformadoras.

Espino Ascanio es herencia de la anterior administración, por lo tanto. obedece a quien lo instaló en el cargo con vencimiento en febrero del año próximo. Y deje, que el hombre amenaza con reelegirse por otro periodo de ocho años, y pue-que lo logre, si los morenistas no incrementan su plantilla mostrando de una vez por todas “que donde aprieta no chorrea”.

De acuerdo con la información, la comisión de vigilancia emitió un ultimátum que debió vencer cuando estas líneas estaban escritas, pero suponemos que Espino no cambió de actitud ni bajo la advertencia que será sujeto de un proceso administrativo si no acata el requerimiento señalado.

Sea como fuere, hay que agradecer a la “representación popular” mantener vivo el interés por la comedia y el chiste fácil pa’ la galería.

SUCEDE QUE

Gracias a quienes este 29 de mayo recordaron al columnista que aún está vivo.

Y hasta la próxima