30 de agosto, 2017
Dijo el coordinador de Morena en Nuevo Laredo, Gastón Herrera, en las redes sociales, que desde que está al frente del partido triplicó la militancia.
A su vez, Héctor Ponce y Oscar Alarcón, señalan que cuando Gastón asumió el liderazgo la militancia en el partido era de 2,600, de los cuales mil incorporó Alarcón con un grupo de colaboradores.
Esto significaría que si Gastón no miente, de 2600 la militancia paso a 7,800. Ahora bien, el año pasado, Gastón impuso como candidato a la presidencia municipal a Luis González Valdepeña quien sacó 1,533 votos. Es decir, solo uno de cada 5 militantes de Morena voto por su candidato, lo cual es muy grave, pues ni a sus correligionarios convenció.
Lo peor es que a fines de 2015, Gastón Herrera dio una entrevista donde señaló que su partido iba por 60 mil votos en el 2016, es decir, quedó 58 mil 500 votos menos de lo previsto. De pena ajena, pues.
Morena debe dejar de estar a las pegadas con Andrés Manuel López Obrador y dedicarse a trabajar en el territorio, para cuando el tabasqueño ya no este.
No basta con alardear, con creerse la última Coca Cola en el desierto, con presumir que son la esperanza de México. Ni es suficiente con que El Peje diga que es don fregón, lo mismo dijo que en el 2006 y en el 2012 y en ambos procesos fue derrotado. Más que alarde, se requiere de un trabajo real en el territorio, de enseñar con el ejemplo. No se puede decir demócrata y actuar como tirano. El Peje por su propia boca muere.
En otro tema, México necesita un escritor de la talla de Paco Ignacio Taibo II o de un historiador como Enrique Krauze para que se haga cargo de la Secretaría de Educación Pública y se pueda elevar la calidad de la educación de los mexicanos.
Mientras no tengamos un intelectual al frente de la SEP, seguiremos escuchando tonterías como que en el nuevo modelo educativo memorizar se debe tirar a la basura, para sustituirlo por aprender.
¿Y cómo se aprende uno las capitales de los Estados, las capitales de los países? ¿Cómo sabe uno qué ocurrió el 22 de junio de 1941? ¿Qué paso el 3 de septiembre de 1939?, ¿Qué paso el 22 de febrero de 1913?, ¿Qué paso aquel 14 de julio de 1789? Y decenas de fechas nacionales y mundiales que uno se aprende de memoria no con una lectura sino con muchas, memorizando pues.
Cuando uno ha leído varias decenas de libros sobre un mismo personaje o un tema, uno puede hacer análisis más profundos y ahí es necesaria la memoria para recordar qué escribió tal o cual autor.
José Fuentes Mares y José Vasconcelos, por ejemplo, no escribieron historia para aprendices, lo suyo era crítica histórica, como antes de ellos lo hizo Francisco Bulnes, pero uno puede analizar con éxito sus textos si antes leyó a los narradores de la historia.
Es una lástima que se pierda un sexenio más sin elevar la calidad de la educación de los mexicanos. Lo del nuevo modelo educativo es un mero slogan. Si a sus hijos usted los puede inscribir en escuelas privadas, hágalo. Y si puede enviarlos al extranjero, mejor. Eso garantiza mejores resultados que tenerlos en una escuela pública, donde no todo es malo, por supuesto.