31 de mayo, 2017
Entre 40 y 50 vehículos diarios son regularizados por esta frontera y en comparación, en el 2014, cuando estaba vigente un amparo federal, eran entre 250 a 300, reveló el agente aduanal José Guadalupe Bautista. La principal razón de esta caída en el número de unidades regularizadas, es el alto costo de las unidades, pues el precio promedio oscila entre los 30 mil a los 55 mil pesos, para vehículos 2012 y anteriores.
Aclaró que desde que entró en vigor la obligación del importador de presentar el certificado de control de gases contaminantes, el 2 de mayo, ahora el proceso es más fácil, aunque en los primeros días hubo descontrol hasta en tanto comprendían el procedimiento.
Y es que anteriormente, este certificado se emitía a través del Condado donde se adquiría el vehículo. Ahora, este certificado se tramita en la ciudad estadounidense vecina de la ciudad mexicana donde se regulariza la unidad.
Es decir, los vehículos regularizados por la aduana de Nuevo Laredo, obtienen su certificado en Laredo, Texas, donde opera la empresa NTS, responsable de verificar que la unidad no emita gases contaminantes.
Este certificado cuesta 118 dólares con la ventaja de que si en la primera oportunidad no se aprueba, ya no se tiene que pagar otra vez.
Bautista precisó que la importación de vehículos extranjeros solo está permitida a través de las aduanas de Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez, Piedras Negras, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, y por el puerto de Veracruz.
Hasta el 2014, cuando existía un amparo federal, la importación de vehículos era más barata, hasta menos de la mitad de los costos actuales, lo que hacía que se dispara el número de unidades regularizadas y nacionalizadas.