14 de marzo, 2017
Hace casi un mes, el 15 de febrero, la mayor parte de los secretarios generales integrados a la CNOP, tomaron el acuerdo de firmar un documento en el que exigen a sus dirigentes estatales y nacionales, que se permita que Benjamín García Marín permanezca al frente del sector hasta el 2019.
Para ello establecen que es la asamblea quien debe decidir el destino del sector y ellos quieren a Benjamín como dirigente. Setenta secretarios generales avalan este acuerdo
La noticia, por supuesto, no gusto a los disidentes, pues los hay, dentro y fuera de la CNOP, pues hasta los que no pertenecen o no participan, se sienten con derecho de intervenir.
El paso de García Marín al frente de la CNOP no ha sido fácil. Desde que llegó a la dirigencia, a mediados del 2010, desde la capital del país y del estado se quiso s imponer a Feliciano Guerra. La militancia se opuso y logró que desistieran nada menos que el gobernador Eugenio Hernández y el senador Manlio Fabio Beltrones. No pudieron con la militancia.
En octubre de 2014, hubo otro intento por hacerlo a un lado y se propuso como su sustituto a Luis Castillo. Los secretarios generales nuevamente cerraron filas con García Marín y se dio marcha atrás al movimiento.
En agosto de 2016 hubo un tercer intento de quitarlo. De la dirigencia estatal vino un enviado que en conferencia de prensa “desconoció” a García Marín, pero la militancia cenopista se opuso y se volvió a dar marcha atrás.
Las críticas en contra de García Marín están a la orden del día y el principal señalamiento que le hacen es que en la última elección traicionó al PRI promoviendo el voto a favor del PAN y que por eso se perdió, argumento endeble pues la CNOP no es el PRI, hay otros sectores y organizaciones, además de que el PRI sigue conservando su voto duro de las últimas cuatro elecciones. No se ha producido una caída drástica de su voto y por el contrario en el 2016 se mejoraron ligeramente las cifras del 2015 y 2013. Estadísticamente, el PRI tuvo mejor candidato en el 2016 con Héctor Canales, que en el 2015 con Yahleel Abdala. Si esta ganó fue porque tuvo una rival débil que no convenció en campaña.
Llama la atención que García Marín quiera seguir al frente de la CNOP en los tiempos actuales, en los que a falta de apoyo gubernamental, de los bolsillos de los militantes tienen que salir los gastos para el pago de servicios de las instalaciones del sector. Es esta razón, quizá, por la cual los secretarios generales se aferran a su líder. Lo ven compartir las desgracias, los golpes bajos, los pronósticos fallidos. Cualquier otro ya hubiera saltado del barco.
La realidad es que el día que García Marín sea relevado de la CNOP le harán un favor, pues tendrá una preocupación menos en su vida. No sabemos cuánto tiempo más va a pasar para que lo cambien, por lo pronto la militancia activa lo quiere como dirigente, para disgusto de sus opositores, entre ellos la diputada federal Yahleel Abdala que ingenuamente comenta que quienes respaldan a García Marín son los mismos de la CNOP y así qué chiste. ¿Entonces son los extraterrestres quienes deben apoyarlo?