10 de diciembre, 2016
Nada nuevo sucedió en la visita de Andrés Manuel López Obrador. Fue una visita reciclada, copia casi exacta a las visitas que hizo en el 2013 y en el 2015. Sigue fiel a su discurso triunfalista, con críticas hacia el gobierno y los partidos políticos. Para él todos son malos, solo él es bueno.
Fue también una visita casi de circuito cerrado. Siendo generosos, no había ni 150 personas, y eso incluyendo dos decenas de periodistas y otros tantos curiosos de los que todos los días hay en la plaza Hidalgo.
Con todo y que es innegable que tiene sus seguidores, su llegada le paso de noche a sus promotores en Nuevo Laredo, pues lo esperaban hasta las primeras horas de hoy viernes y en realidad llegó a eso de las ocho de la noche del jueves, procedente de Hidalgo, Coahuila donde tuvo una reunión con lugareños.
López Obrador llegó en camioneta con placas de Coahuila, junto con dos acompañantes y se fue directo a un hotel de la avenida Reforma. No sabemos si está enterado de los riesgos que representa circular de noche por el tramo Hidalgo-Nuevo Laredo. Lo hizo y sin guaruras de por medio.
Esta misma tarde viajó por la carretera ribereña, de Nuevo Laredo a Reynosa. Por lo visto confía en que la delincuencia organizada no lo moleste, por ser un personaje harto conocido. Aquí el problema es la delincuencia desorganizada, esa donde abundan los despistados a los que no les importa quién sea la víctima.
Entre las pocas decenas de asistentes al mitin de López Obrador, además de la gente de Morena, vimos a la ex regidora del PRD, Martha Lilia Flores Soriana, acompañada de Ranferi Hinojosa. También estaba Catita Ibarra, sobresaliente gestora del PRI, quien por cierto es prima de Ricardo Monreal, ex gobernador de Zacatecas, ex diputado federal, ex senador y actual jefe delegacional en la Ciudad de México.
También estaba el grupo compacto en el que participan Rogelio González, Damián Soto y Estuardo Alvarez. Y claro, Gastón Herrera, Vicky Freire y demás seguidores.
Los ausentes fueron Héctor Ponce, Oscar Alarcón, Gustavo Montoya Balleza.
Y por supuesto, la ausente principal fue la señora Ninfa Deándar, por no estar en la ciudad.
En otro tema, mañana sábado regresa a Nuevo Laredo el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, en lo que será su tercera visita, del 20 de noviembre a la fecha. Ya mejor que rente casa, total es bienvenido.
Junto con el alcalde Enrique Rivas Cuéllar, encenderá el árbol de la navidad que instaló el gobierno municipal en la explanada de la Independencia, a partir de las 17.30, para lo cual habrá toda una fiesta, como lo amerita la ocasión, con números musicales, bailables, antojitos etc.