Cabildo aprueba presupuesto con enfoque social

Raúl HERNANDEZ

30 de noviembre, 2016

El cabildo aprobó el presupuesto de egresos del 2017,  por 2,737 millones de pesos, de los que en principio 731 serán para obra pública.

El alcalde Enrique Rivas Cuéllar precisó que esta cantidad va a crecer en los siguientes meses en función  de los  recursos  federales y estatales que se gestionen y consigan,  incluyendo dineros a fondo perdido.

El presupuesto  fue elaborado por el Secretario de Finanzas, Daniel Tijerina, respaldado por las secretarías y direcciones y la instrucción del alcalde fue privilegiar la obra pública y el desarrollo social.

Por eso se destinarán 75 millones de pesos para el pago de becas escolares y deportivas,  cifra superior a los  68 millones del presente año. Ya se sabe que  regresan las becas de excelencia para los mejores alumnos de cada aula, sin importar si proceden de  escuelas públicas y privadas. Lo que se quiere es motivar a niños y jóvenes a ser mejores estudiantes.

También se van a destinar más de 22 millones de pesos para apoyar a las familias de bajos recursos con despensas. Este programa lo arrancó la Dirección de Desarrollo Social con la entrega de 9 mil despensas  en las colonias Guerrero del Sol, Voluntad y Trabajo 2 y 3, Colorines, los Arcos, Unión del Recuerdo, Reservas Territoriales, el Progreso y Valles de Anáhuac.  El programa se va ampliar en los siguientes meses, porque la idea es  favorecer a los grupos económicos más desprotegidos.

En plena sesión de cabildo, el alcalde sorprendió  cuando dio a conocer que  no habrá aparatos  celulares ni el pago de la renta de los mismos para los regidores. Tampoco se les han contratado servicios médicos en  hospitales privados, aunque se  buscará  adquirir un  seguro de gastos médicos.

Estas prestaciones fueron algo común toda la vida, lo que se prestó  a abusos.

En otro tema, en un capítulo más de la novela negra que protagonizan Maki Ortiz y la bancada panista en el cabildo de Reynosa, la alcaldesa se entrevistó este día con los  diputados del PRI para exponerles el proyecto de presupuesto de egresos 2017 y pedirles que la apoyen.

Varias preguntas se quedan en el aire con este encuentro. Para empezar, ¿por qué no buscó a los diputados de su partido, el PAN? ¿Para qué  hacer pública la reunión? ¿Para qué se acerca a una minoría que no le puede sacar adelante la ley de egresos 2017?

Maki necesita el voto mayoritario del Congreso y ese voto lo tiene el PAN. Para  colmo, le echó más leña al fuego al quejarse ante los medios de comunicación de de que el representante del  gobierno de Tamaulipas en Reynosa, Francisco Garza de Coss,  da línea a los  regidores del PAN  para que la bloqueen en las sesiones de cabildo.

No es con un afán  pendenciero como Maki Ortiz resolverá sus conflictos con su propio partido.  Tiene que ser más ecuánime, más tranquila, más negociadora, más  humilde, porque si  no lo hace, el fantasma de un cabildazo seguirá  vigente. El problema es que  ha recibido golpe tras golpe y sigue montada en la soberbia. No es la lideresa que Reynosa esperaba. Si ganó la reciente elección no fue por méritos propios, fue por el efecto Cabeza  de Vaca. Tiene que aceptarlo y  dejar a un lado la soberbia.