29 de noviembre, 2016
Qué cosas tiene la vida. En Reynosa, Maki Ortiz pretendió ser consejera nacional del PAN y una parte de la militancia la rechazó, prefiriendo a la abogada Danya Aguilar Orozco. Ambas compitieron en una elección interna, y los partidarios de Maki Ortiz repartieron dinero en la compra de votos, movilizaron a los empleados municipales y ni así pudieron ganar. Al final, Danya obtuvo 592 votos contra 484 de la alcaldesa.
Un sector del panismo no quiere a Maki. Se lo han demostrado en varias ocasiones, a lo largo de estos dos primeros meses de gobierno. La derrota ante Danya Aguilar, es una más de las que la ha infringido el grupo opositor.
Y mientras Maki enfrenta el rechazo entre un sector de su partido, el ex gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre acaba de rendir protesta como consejero nacional del PRI. Pero a diferencia de Maki, él no tuvo que participar en una contienda. De haber sido así, habría perdido. En estos momentos, priistas y opositores coinciden en responsabilizarlo de la derrota del PRI, como resultado de su mal gobierno.
Flaco favor le hace Egidio al PRI. Por él se perdió Tamaulipas y más le valdría al PRI no hacerle ninguna consulta político-electoral de aquí a la elección del 2018, porque de escucharlo y aplicar sus consejos, no solo se perdería la elección, sino que además corre el riesgo de irse al cuatro o al quinto lugar.
Y es que el PRI no la tiene nada fácil. En estos momentos las preferencias están con Morena y el PAN, en tanto que el PRI esta relegado al tercer lugar, pero atendiendo indicaciones de Egidio se iría al cuarto o quinto lugar, después del PRD y hasta del MC.
En medio de todo esto, si el PRI respeta sus estatutos, la Ley General de Partidos Políticos, la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales y demás disposiciones relativas a los partidos y sus militantes, antes de este sábado 3 tendrá que emitir la convocatoria para la renovación de la dirigencia estatal, que se quedó acéfala el 3 de octubre, cuando Rafael González Benavides renunció porque dejo de recibir recursos extraoficiales del gobierno del estado que encabezó Egidio Torre.
Sin dinero, ya no tenía caso estar al frente de los escombros del PRI y por eso optó por dejarlo.
Alejandro Guevara y Manuel Muñoz Cano, son los aspirantes más fuertes. El segundo viene de haber operado la elección ganadora de Chuchin de la Garza en Matamoros, pero también tiene en su currículo haber operado la elección perdedora de Carlos Montiel en el 2013, en la que se invirtieron 75 millones de pesos y aún así se perdió. Es la elección más cara del PRI y el dato ya es anecdótico. Pero además. Muñoz Cano es un alfil del ex gobernador Eugenio Hernández y en estos momentos al PRI tamaulipeco le conviene guardar una sana distancia con sus ex gobernadores. A los últimos cuatro no los quieren los priistas ni los ciudadanos.
Alejandro Guevara se ve más sano que Muñoz Cano. En el proceso interno a muchos les gusto la honestidad con que reconoció que en Tamaulipas estaba fallando la seguridad y se tenía que corregir. Desafortunadamente, cuando el Gobernador Egidio Torre le llamó la atención, optó por bajarles el tono a sus críticas.