Padrino de Baltazar caído en desgracia

Raúl HERNANDEZ

7 de septiembre, 2016

Sacaron a Luis Videgaray de la Secretaría de Hacienda y en Tamaulipas los simpatizantes de Baltazar Hinojosa se preguntan y ¿ahora qué?

Y es que además de perder la gubernatura, Baltazar ahora pierde a su padrino, al hombre que le iba a permitir  tener el control del PRI y las delegaciones federales en Tamaulipas. Con la renuncia de Videgaray todo cambia.

Pero además, el Presidente Enrique Peña Nieto se deshace de unos de sus principales amigos, desde los tiempos en que era Gobernador del Estado de México y Videgaray era su tesorero y luego se lo llevó como su coordinador de la campaña presidencial.

El gran pecado de Videgaray, y que su amigo Peña no le pudo perdonar, es haber sugerido la  invitación a Donald Trump, convencido de que ayudaría a mejorar la imagen del Presidente de la República y  resultó todo lo contrario.  Desde antes y después de la visita de Trump a México  todo  mundo  ha hecho escarnio de Peña, dentro y fuera del país, porque se exhibió como un hombre ingenuo,  torpe, sin carácter y lo peor es que lo hizo frente a un  personaje que más parece un payaso que un aspirante a gobernar el principal país del mundo.

En cambio Peña Nieto hizo como que la Virgen la hablaba,  en el caso de Alfredo Castillo, el inepto Director de la Comisión Nacional del Deporte, que se ganó las críticas por el pobre papel de los atletas que participaron en la reciente olimpiada en Brasil y cuando todo mundo suponía que lo iba a cesar, lo ratificó, sin hacer caso a las recomendaciones de senadores, diputados, especialistas, intelectuales y las quejas de 120 millones de mexicanos.

El despido de Videgaray se da un día antes de que la Secretaría de Hacienda envíe al Congreso el paquete económico para el 2017 en el que, por tercera ocasión consecutiva, el gobierno federal va a proponer un  recorte en  el gasto público por 300 mil millones de pesos y es seguro que por tercera ocasión consecutiva el gobierno federal no cumpla.

Los recortes al gasto público que anuncia el gobierno son recortes mediáticos, que hacen ruido, pero no solo no se cumplen sino que al final el gobierno  termina  gastando mucho más del presupuesto original, con todo y ajuste incluido.

Pero si a los  simpatizantes de Baltazar Hinojosa no les  gustó que Videgaray deje de ser Secretario de Hacienda, a  priistas de  todo el país no  debe haberles   gustado que haya sido reemplazado por  el panista José Antonio Meade.

Y es que hace apenas tres meses, el entonces  dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, se habría quejado de manera directa con Enrique Peña Nieto, que desde las delegaciones  federales de la Sedesol en los 12 estados donde hubo elecciones el 5 de junio, se operó  políticamente a favor de los candidatos panistas. La orden de operar a favor del PAN la  habría hecho el propio Meade, ex secretario de Hacienda en el sexenio de  Felipe Calderón.

Beltrones se ha de estar dando de  topes contra la pared. No solo no sacaron hace tres meses a Meade sino que ahora lo premian y le dan un empujoncito para que pueda ser la carta del Presidente Peña en el 2018, lo que de paso  serviría para materializar esa  alianza de facto que desde hace años hizo surgir el término PRIAN.