4 de agosto, 2016
Los priistas coinciden en que es necesaria una renovación interna, en que sean militantes con trayectoria y una imagen limpia, quienes asuman los cargos directivos. “Todos coincidimos en que debe haber una reestructuración en todos sus niveles, pero quienes asuman las nuevas directrices deberán ser compañeros (as) de limpia trayectoria, sin compromisos con grupos existentes pero con la capacidad para dialogar y acordar con todos”, sostuvo Arnoldo Vanoye Gutiérrez.
Ex regidor y actual presidente de la Fundación Colosio, destacó que quien llegue al PRI, debe tener “una visión superior de bienestar para la sociedad y la militancia priista comprobada y no solo para el grupo al que pertenezca”.
A su vez, Armando Torres Martínez, ex regidor de la CNOP en dos ocasiones, señaló que “los próximos dirigentes locales y estatales deben ser distinguidos priistas, con una con reconocida militancia y no oportunistas que sigan un proyecto personal”.
Se debe lanzar una convocatoria que exija el perfil que la actualidad de la militancia requiere, agregó.
Javier “Pipo”Peña destacó que debe ser al interior del PRI donde se discutan las estrategias para reformar al partido, para que todos los militantes participen con sus opiniones.
Vanoye concluyó que en el nuevo PRI se debe “de ser transparentes en el manejo de los recursos y valientes para asumir decisiones que puedan afectar a algunos, pero que sean para bien de la comunidad y promover la participación real de quienes integramos el partido: sectores, organizaciones, militancia y ciudadanía en general.
Y aún procediendo así, no sería garantía de triunfo, pero se recuperaría en gran parte la confianza y credibilidad ciudadana”.