Debacle priista

Raúl HERNANDEZ

6 de junio, 2016

El PRI lo perdió todo, o casi todo. Además de la gubernatura, 26 de los 43 municipios y 19 de los  22 distritos.

La jornada electoral de ayer es un triunfo de la ciudadanía. Los ciudadanos, los que votaron, acabaron con la hegemonía  que venía ejerciendo el PRI desde 1929, hace 87 años.

El triunfo de Francisco García Cabeza de Vaca ha sido contundente. Hay una diferencia de 14 puntos entre él y su más cercano contendiente.

Cabeza arrasó en las urnas. Durante 60 días se dedicó a difundir un mensaje de esperanza entre los  tamaulipecos. En campaña ofreció atacar la inseguridad, promover el empleo,  mejorar la salud, la educación, la cultura, el deporte, regresar la confianza de los  inversionistas,  hacer seguras las carreteras.

Y los  tamaulipecos le creyeron, por eso se volcaron a su favor en las urnas y  con ello, contribuyeron a un triunfo histórico,  que permitirá que haya alternancia en Tamaulipas.

A partir del 1 de octubre, muchas cosas van a cambiar en Tamaulipas y todos esperamos que sea para bien.

Las contiendas electorales han terminado. Démosle la página y veamos hacía el futuro, pero  debemos estar conscientes de que no se podrán resolver la noche a la mañana, problemas que persisten desde hace varios lustros y décadas.

Además, de que la solución a los problemas puede ser lenta, es necesaria la participación ciudadana. El gobierno no lo puede todo.

A diferencia de lo que pasa en Nuevo León en que un gobernador independiente llegó con un Congreso en contra, sin un aliado, Cabeza de Vaca llega respaldado por 19 diputados de mayoría, más los plurinominales que se le asignen. El apoyo del Congreso le facilitará enfrentar los  grandes retos de Tamaulipas, pero, insistimos, no esperemos soluciones mágicas.

Independientemente de por quién se haya votado, o si no se voto por ninguno, a cada ciudadano le toca hacer su parte para que a Cabeza de Vaca le vaya bien y por ende le vaya bien a Tamaulipas.

Todos queremos lo mejor para nuestro Estado, pero debemos cumplir con la parte que nos corresponde como ciudadanos.

En Nuevo Laredo, los ciudadanos refrendaron su apoyo al Partido Acción Nacional y a sus candidatos, Enrique Rivas, Carlos de Anda, Brenda Cárdenas y Glafiro Salinas. Carro completo.

Los ciudadanos le dieron un voto de confianza al gobierno de Carlos Canturosas. Confían en su administración, en su forma de trabajar y al votar por el PAN, le apostaron por la continuidad.

Días atrás, Enrique Rivas defendió la continuidad del gobierno municipal panista y  señaló que aunque se avanzó en estos tres últimos años, se requiere de tres o cuatro administraciones continuas para hacer de Nuevo Laredo una ciudad moderna. Tiene razón y hasta se quedó corto. Hay proyectos que por el monto de su inversión necesitan de varios años de  gestión. Lo importante es dar el paso y  gestionarlas.

En medio de todo esto, al margen de las organizaciones e individuos que durante la campaña se sumaron al proyecto de Cabeza de Vaca, es justo mencionar a Enrique Garza Flores, que habiendo sido toda la vida priista,    desde hace más de dos años ha estado con el ahora gobernador electo.

Enrique lo conoce desde los tiempos en que Cabeza era alcalde de Reynosa y lo trató en su calidad de representantes de una asociación civil dedicada a promover el mejoramiento de las brechas rurales.

Garza siempre ha dicho que no es panista y que se sumó a Cabeza porque creyó en su proyecto.