10 de mayo, 2016
El 12 de mayo de 1994 se realizó el primer debate entre candidatos presidenciales.
Fue un debate que se televiso en cadena nacional y alcanzó una audiencia de 34 millones de televidentes, cifra que no ha sido superada.
El debate duro 98 minutos y participaron – ¡Ojo!-- solo tres de los ocho candidatos presidenciales. Los punteros, pues.
El ganador indiscutible del debate fue el panista Diego Fernández de Ceballos. Literalmente barrió a los desabridos candidatos del PRI, Ernesto Zedillo y al del Frente Democrático Nacional, Cuauhtémoc Cárdenas.
Fernández gusto a propios y extraños. Hizo papilla a Cárdenas y Zedillo. Los exhibió como chamacos de kínder garden y después de ese debate, muchos mexicanos quedaron convencidos de que el panista sería presidente de México.
Pero la historia fue diferente. Las últimas tres semanas, Ceballos bajo la intensidad de su discurso y de su campaña, lo que permitió que el PRI movilizara su estructura territorial para que Ernesto Zedillo ganara la elección del 21 de agosto y que seis años después se convirtiera en el sepulturero del PRI, partido al que siempre despreció.
Después de ese histórico debate, los siguientes ya no han sido lo mismo.
Del debate del 2000, lo más que se recuerda es la terquedad de Vicente Fox y su “hoy, hoy, hoy”. Del 2012, lo más memorable fue la efímera fama del escote de una edecán, ¿o de una edecán con escote? y la mirada lasciva de un candidato cuyo nombre no vale la pena recordar.
Este año, aquí en Tamaulipas hemos visto dos debates entre los candidatos a gobernador que van a quedar en la historia política de la entidad como debates fríos, intrascendentes, huecos. Ni siquiera sirvieron para la chunga, por más que algunos de los candidatos se esforzaron por presentarse como chistosos y creativos.
Esta semana, la debatitis se ha convertido en tema de las campañas políticas. Basto con que el candidato del PAN, Enrique Rivas dijera que su partido le solicitaría al IETAM la realización de un debate, en el que dijo que “Yo encantado de debatir con todos pero en especial con el candidato del PRI… “, lo que originó que otros candidatos lo acusen de excluyente.
Este día hubo una reunión entre varios dirigentes de partidos para analizar la propuesta del PAN para hacer un debate en los próximos días. No hubo un acuerdo y se reunirán mañana, para seguir discutiendo los detalles que permitan tener un debate en el que estén los 10 candidatos a la presidencia municipal, sin importar que algunos de ellos ni tienen posibilidades de ganar, ni traen una propuesta fruto de un trabajo de investigación. Están huecos.
Haya o no haya debate, en muy poco influirá en la elección del 5 de junio. Los votos se tienen que ganar en el territorio. Candidatos y partidos tienen que ir al encuentro de los ciudadanos y ganarse su confianza.