Con todo el Poder de la Información

Martha Isabel Alvarado (†)

Dirección General

Fernando Flores

Sub Dirección General

El Partenón
Alberto Guerra Salazar

¿Y cuándo apresarán a Francisco?

Alberto Guerra Salazar

José Inés Figueroa

El rey del huachicol

José Inés Figueroa

Arnoldo García

NUEVAS TARIFAS

Arnoldo García

Nuevo Laredo

El PAN de antaño

Raúl HERNANDEZ

12 de febrero, 2016

A mi gustaba el PAN de   hasta los primeros años  del siglo XXI. Años atrás, conviví con  Francisco García Lozano, con Rafael Orozco, con Roberto Delgado,  con  Eloy Vega. Me gustaban las declaraciones de Evangelina Hernández, de Cecilio Grimaldo,  de Eliseo Raúl Huerta, de Jaime Bulás, de Esthela Volkner. Me  gusto la primera campaña de Ignacio Quiñones, quien  ganó, pero el gobierno no lo reconoció el triunfo.  También me agrado la campaña de Anibal Canales, que confió en la política y los políticos lo traicionaron.

Los panistas eran unos idealistas, unos románticos y la mayoría eran decentísimos. Cuando en 1990, don Gregorio Chapa Saldaña, por error se presentó en la Sala de Cabildo, creyendo que era regidor plurinominal y le explicaron que su nombre no aparecía en el Diario Oficial, se levantó rojo de vergüenza y  casi todos nos contagiamos de su vergüenza,  al ver un hombre decente tan apenado por su error.

Después del 2000, el PAN empezó a cambiar. Llegaron nuevos militantes y el romanticismo y los ideales, fueron   suplidos por acciones más prácticas. Surgieron nuevos personajes  como Ernesto Ferrara,  Jorge Ramírez Rubio, Jorge Figueroa,  José  Guadalupe Bautista,  Rogelio Soto que a su manera buscaron  cumplir con su responsabilidad  histórica.

Primero con Vicente Fox y luego con Felipe Calderón, el PAN se empezó a descomponer. Se hizo a un lado los ideales, ya no importaba  ganar, para hacer bien las cosas, lo importante era ganar, para asegurar el patrimonio familiar por las próximas décadas.

En el 2013, la torpeza de Rafael Pedraza al no consensar con los panistas las candidaturas, originó que unos 40 militantes se salieran del partido, molestos por las imposiciones  --en el 2001, fue la última vez que la militancia escogió a su candidato, desde entonces todos son impuestos por el Comité Ejecutivo Nacional—y entre los que se fueron estuvieron Jorge Ramírez Rubio y José Guadalupe Bautista.

En vez de preocuparse, Pedraza los reemplazo por  priistas,  de los cuales solo Luis Lauro García tuvo la decencia de renunciar por escrito. Los otros se fueron como  chachas mal educadas.

En el 2000, cuando Vicente Fox ganó la presidencia de la república, más de mil personas solicitaron  su afiliación al PAN de Nuevo Laredo, pero dos años después, el padrón se redujo  menos de 120. ¿Pasará lo mismo si el PAN pierde la presidencia municipal el 5 de junio de este año? Es lo más probable.

Este día, el ex regidor Rogelio Soto prácticamente se despidió del PAN,  mediante un  video en el que dice que “sé que debo dejar que el PAN siga su camino”, pero advierte que “desde cualquier trinchera seguirá luchando para derrotar a quienes se aprovecharon de él y de su gente”.

Desde siempre, Rogelio Soto a estado pidiendo abiertamente  que le den la oportunidad de ser candidato a diputado o a presidente municipal, pero nunca lo han tomado en cuenta. ¿Valdrá la pena seguir en un partido que no da oportunidades? Y como él  hay muchos más.

Más artículos de Raúl HERNANDEZ
El Partenón
José Ángel Solorio

La telenovela de Tampico

José Ángel Solorio

José Luis B. Garza

Martha Isabel Alvarado

José Luis B. Garza

Carlos López Arriaga

RUMBO AL SEGUNDO REFERENDO

Carlos López Arriaga

Clemente Castro

La confianza se construye

Clemente Castro