28 de enero, 2016
Hace seis semanas, el 17 de diciembre de 2015, el periodista Raymundo Riva Palacio, escribió en su columna “Estrictamente Personal”:
“Si por palmarés y conexiones se decidiera la candidatura del PRI al gobierno de Tamaulipas, Baltazar Hinojosa sería el elegido. Treinta y cinco años de militancia acicalada en posiciones de poder le permitieron sobrevivir el naufragio de su compadre Tomás Yarrington, gobernador tamaulipeco en la primera década de este siglo, que cayó en el ostracismo tras ser acusado por Estados Unidos de ser parte orgánica del Cártel del Golfo, y cuya libertad sigue hoy en duda. Hinojosa superó esa amistad incómoda al construir otra que lo colocó una vez más en el trampolín, la de Luis Videgaray, el poderoso secretario de Hacienda del presidente Enrique Peña Nieto.La relación entre los dos se consolidó en la LXI Legislatura, donde Baltazar fue secretario de la Comisión de Presupuesto, cuando el presidente era Videgaray. Al iniciar el sexenio, Videgaray y Enrique Martínez, exgobernador de Coahuila y secretario de Agricultura, lo impulsaron para dirigir Aserca, la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios, ignorando su vínculo con Yarrington. No les preocupó entonces, ni les preocupa ahora. Hinojosa es el candidato más fuerte para la candidatura al gobierno de Tamaulipas el próximo año, pese a la controversia que lo persigue”.
De 52 años de edad, tres veces diputado federal, presidente municipal de Matamoros en el trienio 2005-2007, Secretario de Desarrollo Social en Coahuila y Secretario de Educación en Tamaulipas, Baltazar Hinojosa consolidó su imagen en la primera parte del actual sexenio, de la mano del poderoso Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, el hombre más cercano al Presidente Enrique Peña Nieto.
El año pasado, en plena campaña electoral, cuando Baltazar competía por una diputación federal por la vía plurinominal, el entonces dirigente nacional del PRI. César Camacho Quiroz, tuvo a bien nombrarlo Secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional.
Con esa investidura, además de la candidatura, cuando el 31 mayo del 2015 estuvo en el cierre de la campaña local, nos sorprendió al anunciar que en los próximos tres años se reparara la carretera nacional, en el tramo del Km. 26 al entronque con la autopista de pago. Aquí, ninguna autoridad sabía nada, sobre esa obra tan necesaria. Baltazar les comió el mandado.
A Baltazar poco le duro el gusto de tener la tercera cartera más importante en el CEN del PRI. En agosto fue removido, pero a cambio fue nombrado presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, la más importante.
Con esa investidura intervino para conseguir para Tamaulipas un presupuesto de más de 47 mil millones de pesos para el 2016, 5 o 6 puntos porcentuales arriba de lo ejercido el año pasado.
Ese dato fue muy significativo, pero pocos lo vieron y cuando reveló su intención de buscar la candidatura del PRI, en el mes de noviembre, no faltó el ingenuo que dijo que empezaba tarde, cuando en realidad estaba muy adelantado, para el que sabe interpretar señales.
Después de que se “destapo”, Baltazar visitó Nuevo Laredo, se reunió con los medios de comunicación, con la clase política y con más de 500 priistas que escucharon su mensaje.
No falto un periodista que le mencionó que se le vinculaba con la delicuencia, Baltazar dijo que estaba limpio y lo desarmó cuando le pregunto al comunicador: Dime tú, ¿Me ves cara de delincuente?
No … le contesto el comunicador.