27 de enero, 2016
¿Valdrá la pena que el PRI haya hecho alianza con el Partido Verde y Nueva Alianza para ir juntos en la elección de presidente municipal del 5 de junio?
Esta es una pregunta que se hacen muchos priistas.
Y es que, como parte de las negociaciones entre el PRI, el Verde y el Panal tendrán una posición en la lista de candidatos a regidores, en los primeros cinco lugares, lo que posibilita que prácticamente vayan seguros, se gane o se pierda la elección. Esto, siempre y cuando se repitan los porcentajes de votación a que estamos acostumbrados, en que el PRI y el PAN se disputan los dos primeros lugares y el resto de los partidos no llega ni al 3 por ciento de la votación.
Ahora bien, tradicionalmente el Verde y el Panal proponen como candidatos a hombres, lo que le deja al PRI 6 de las 8 posiciones que corresponden a los varones en la planilla. Las otras ocho son para mujeres.
A todo esto, hay que agregar que en el actual cabildo, la posición del Verde se perdió, pues su regidor Juan Carlos Alexander atiende sus asuntos personales y no los del Verde y menos los del PRI. Es un lacayo del PAN.
En el caso de Nueva Alianza la situación es peor. Esta posición la escogerá el actual secretario general de la Sección 30, Rafael Méndez, cuya facción --así, facción— en Nuevo Laredo es minoría, pero tiene el poder, lo que significa que el representante del Panal representará a un bajo porcentaje de los más de tres mil 500 maestros que hay en Nuevo Laredo.
Además de tener una baja representación, hay el antecedente de que en la elección del año pasado, el candidato del PANAL, Sergio Bocardo Garza, campechanamente renunció a medio camino y se sumó a la candidata del PAN, dizque porque esta iba a ganar y ni así ganaron, pese a que también tenían el respaldo de Morena, PRD y Humanista.
¿Se puede confiar en un partido que recién traicionó al PRI?, esa es la gran pregunta que se hacen militantes del tricolor, que ven con recelo la alianza con el Verde y Nueva Alianza, que quizá se justifica en otras regiones de Tamaulipas, pero no en Nuevo Laredo.
La alianza entre los tres partidos es un tema ya decidido, pero muchos priistas creen que por lo menos se debería exigir al Verde y al Panal que presenten una lista de cuatro o cinco nombres para escoger a los menos malos y que además se les anote después del octavo lugar en la lista, para que al no tener certeza de llegar, realmente hagan campaña y contribuyan al triunfo del PRI.
Por otra parte, al cierre del plazo para el registro de aspirantes a candidatos independientes se sumaron dos más por Nuevo Laredo, Leticia Acosta que va por la alcaldía y Víctor Carranza que va para diputado local. Hay, pues, cinco aspirantes a la presidencia municipal y tres a las diputaciones, lo que cual evidencia el rechazo a los partidos políticos y su baja credibilidad, todo lo cual debiera ser motivo de reflexión entre los partidos, pero hacen como que les habla la Virgen.