29 de noviembre, 2015
El diputado Baltazar Hinojosa Ochoa estará en Nuevo Laredo este lunes 30. Viene para promover abiertamente sus aspiraciones a la gubernatura de Tamaulipas.
Cuando estuvo en esta ciudad, el 13 abril, en el inicio de la campaña de diputado federal y el 31 de mayo, en el cierre, pocos fueron los que lo acompañaron. Ahora el panorama será diferente.
Baltazar, junto con Marco Antonio Bernal, son los aspirantes más fuertes a la candidatura, lo que no significa que sean los únicos. Los equipos que los apoyan han hecho a un lado la civilidad y el respeto y se están dando con todo, porque a final de cuentas con todo y que desde hace algunos años nos quieren vender la idea de que hay un nuevo PRI, la realidad es que la política sigue siendo la misma de siempre: todo se vale para llegar al poder, todo lo cual nos trae a la memoria una anécdota que pasamos a relatar.
Eran diciembre de 2009. Los dos aspirantes más fuertes del PRI para la presidencia municipal de Nuevo Laredo eran Héctor Canales, apoyado por el alcalde Ramón Garza y Carlos Montiel, respaldado por el Gobernador Eugenio Hernández.
En su afán de imponer a sus pupilos, los equipos de Ramón y Eugenio se estaban dando con todo.
En una mesa del restaurante del hotel Crown Plaza, Benjamín Galván reunió a tres de sus principales colaboradores en el periódico Ultima Hora. La razón: quería conocer lo que opinábamos sobre sus aspiraciones para lograr la candidatura del PRI a la presidencia municipal. Los tres coincidimos en no verle ninguna posibilidad.
Benjamín escucho toda clase de argumentos y al final soltó la idea que le quitaba el sueño: ¿Qué pasaría si el pleito entre Eugenio y Ramón, derivara en que tomara la decisión de no fueran ni Héctor Canales ni Carlos Montiel y que entrara un tercero en discordia, precisamente él?
Benjamín se froto las manos y añadió: “Esperemos que eso pase.
Y eso paso. En febrero de 2013 Benjamín recibió la noticia, en boca del propio Eugenio Hernández, de que él era el nominado.
Apenas unos días antes el Gobernador se había reunido con Carlos Montiel y Benjamín, para decirles que el candidato sería Montiel y que los quería ver en una relación de hermanos. Eso era cuando hacía todo lo posible para imponer a Montiel, lo que no logro.
Hoy los equipos de Baltazar y de Marco Bernal andan engarruñados. Mucha de la basura que en estos días se publica en las redes en contra de uno y de otro, sale de los mismos equipos que apoyan a uno y a otro, para beneplácito del PAN que cruza los dedos para que estos enfrentamientos se conviertan en división y les facilite el triunfo electoral.
Con tanto pleito, bien puede darse el caso de que al final no se nomine a ninguno de los dos y entre un tercero en discordia. Ahí están, haciendo fila, Alejandro Etienne Llano, Ramiro Ramos Salinas, Enrique Cárdenas, Alejandro Guevara Cobos.