28 de septiembre, 2015
Hace 23 años, los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, se embarcaron en la aventura de ir juntos en la elección para gobernador de Tamaulipas y postularon como su candidato a Jorge Cárdenas González, quien había sido alcalde de Matamoros, bajo las siglas del PARM.
El experimento fue un fracaso, porque el PAN tenía una estructura electoral endeble y el PRD era mero membrete. Al final, el PRI, con el odioso de Manuel Cavazos Lerma, terminó ganando la elección con 421 mil 234 votos y solo 163 mil 697 de la alianza PAN-PRD.
El PARM se la jugó con el neolaredense Gilberto Ortiz Medina, que quedó en tercer lugar, pero demasiado distante del segundo lugar, pues obtuvo 37 mil 782.
En Nuevo Laredo, la alianza PAN-PRD postuló como su candidato a Anibal Canales González quien en plena campaña, reconoció que sus posibilidades de ganar eran pocas y dijo que el PRI saldría adelante, con Horacio Garza Garza como su abanderado.
Para esa elección, el PRD propuso como su candidato a regidor a Edmundo Patoni Serrano y como suplente a Manuel Ruiz Samaniego.
La elección fue el 15 de noviembre de 1992 y dos semanas después, Edmundo Patoni se involucró en la jornada de saqueo y destrucción de las oficinas de aduana, migración, caminos y puentes, entre otras, instaladas en los puentes internacionales números 1 y 2, lo que derivo en que las autoridades hacendarias lo hicieron corresponsable de los daños y demandaron su detención.
Para evitar ser detenido, Patoni se exilio en Laredo, Texas, quedando impedido para hacerse cargo de la regiduría. En los primeros días de enero de 1993, Manuel Ruiz Samaniego rindió protesta como regidor en funciones y lo primero que hizo fue olvidarse tanto del PRD como de Anibal Canales, quien personalmente abogó por él. Ruiz Samaniego se dedicó a gozar de los privilegios de ser regidor.
El amargo experimento de 1992 le demostró al PAN que aliarse con fuerzas minoritarias no es conveniente.
Toda esta historia de la alianza PAN-PRD de 1992 es recordada por personajes del panismo, como Homero Ochoa Gutiérrez, quien en esa campaña participó respaldando a Anibal Canales. Ochoa es de los que no están de acuerdo con una alianza entre el PAN y el PRD para el 2016, porque este último tiene muy poco que ofrecer.
En realidad, en una alianza con el PAN, el PRD no tiene nada que ofrecer, pues no tiene militantes, sus recursos económicos son reducidos, su fama de aliado del PRI es notoria y encima, no ha logrado sacudirse la imagen de belicoso. Con esos antecedentes, el PAN pierde, en vez de ganar.
Para mala suerte del PRD, cada vez son más las voces dentro del PAN que están en contra de ir en alianza. Lo peor, es que entre los que están en contra esta la cúpula del PAN estatal y parte de la dirigencia nacional que no está de acuerdo en que el PRD pretenda imponer condiciones a cambio de su apoyo.