Bernal y su país idílico

Raúl HERNANDEZ

26 de agosto, 2015

Del sábado para acá, tres de los aspirantes del PRI a la gubernatura de Tamaulipas han visitado Nuevo Laredo y los tres han admitido que si quieren ser  nominados.

El sábado 22, el alcalde de Victoria, Alejandro Ettiene Llano y el diputado Ramiro Ramos Salinas, en entrevistas por separado, el primero dijo que le agrada que se le mencione y el segundo señaló que aceptará la invitación que le haga el PRI, para ser candidato de lo que sea.

Hoy le toco el turno al diputado federal Marco Antonio Bernal quien dijo que si el partido lo invita para la gubernatura, “ahí estaré”.

Bernal presentó un video  donde reseñó parte de las iniciativas y reformas de ley aprobadas por la LXII Legislatura, que concluye dentro de cinco días.

Bernal presentó un país  y un estado idílico, donde hay problemas, pero  debemos estar contentos porque podríamos  estar peor. Disneyworld le quedo corto.

Apenas el lunes tuvimos la visita del periodista Rafael Loret de Mola, quien nos presentó un país hundido en el caos, con una crisis económica permanente, dominado por el narco,  emproblemado, sin remedio, frente al cual, el Infierno de Dante, es el paraíso.

Los extremos siempre son malos. Ni el país es color de rosa, como lo pinta Bernal, ni es negro, como lo pinta Loret de Mola.

Previo a su encuentro con los  periodistas, Bernal se reunió con el ex alcalde Arturo Cortés Villada.

Un día antes, Bernal estuvo en Reynosa y se reunió con el ex alcalde Oscar Luebbert Gutiérrez.

En 1998,  Arturo Cortés Villada se sumó al proyecto de Marco Antonio Bernal cuando este compitió por la candidatura a la gubernatura, aunque su principal  operador político  fue José Suárez López, quien  se la jugó con él desde un principio, a pesar de que todo el aparato del gobierno estatal estaba con Tomás Yarrington.

Más adelante, en el 2001, José Suárez López  compitió por la  candidatura a la  alcaldía, en la última consulta a la base realizada en esta ciudad, ganó y atendió la recomendación que le  hizo Marco Antonio Bernal para que designase como Secretario del Ayuntamiento a Oscar Gutiérrez Alanís, fallecido hace algunos meses y quien estaba convencido de que Bernal  podría ser el candidato en el 2016, aunque era una opinión  recurrente, cada fin de sexenio estatal.

En otro tema,  opina la gente del PAN que si su candidato a la alcaldía es Enrique Rivas y tiene como rivales a Ramiro Ramos, a Rosa María Alvarado o Yahleel Abdala, les facilitarían el triunfo; con Jesús Valdez Zermeño, la competencia estaría cerrada; con Ramón Garza Barrios, estaría complicada.

Dicen que si el candidato fuese Ernesto Ferrara, la tendría difícil con cualquiera del PRI y que si es Salvador Rosas, estarían perdidos.

La verdad es que todo esto suena a estrategia chafa. Habrá que recordar que en la reciente campaña Rafael Pedraza se empeño en que no hubiese  debate dizque porque el PAN ya estaba ganado;  el regidor Luis Talamás presumió que ganarían 3 a 1; la propia Laura Zarate se aventó la puntada de decir que ganarían 6 a 1; Bruno Alvarez  Jr. vaticinó que el PAN lograría 140 mil  votos contra menos de 40 mil del PRI;  abundaron los pronósticos de periodistas que aseguraron que no había  forma de que el PAN perdiera. Y al final, el PAN perdió.