Consummatum est

Raúl HERNANDEZ

21 de julio, 2015

Todo está  cumplido, en el proceso electoral  del 7 de junio, en el que Yahleel Abdalada obtuvo el triunfo.

No hay vuelta atrás, por más que el panismo neolaredense grite, patalee y no deje de lloriquear, el resultado no  va a cambiar. Tampoco sirve el argumento de que el PAN gano en Nuevo Laredo: la elección fue en todo el distrito, se tenía que obtener la mayoría de votos en los cinco municipios que integran el distrito y el PRI obtuvo esa mayoría.

Resulta increíble que después de seis semanas de la elección, el dirigente del PAN, Rafael Pedraza insiste en descalificar los resultados  de la jornada  del 7 de junio y le pide al Instituto Nacional Electoral  que se desconozca a  Yahleel con el argumento de que el PRI rebaso el tope de gastos de campaña.

Resulta increíble que un hombre como Pedraza no conozca el honor y no acepte la derrota de su partido.

En julio de   2012, Verónica Flores al borde  del llanto le habló por teléfono al diputado federal electo, Glafiro Salinas Mendiola, para  felicitarlo por su derrota.  Un año después, Carlos Montiel hizo lo propio con Carlos Canturosas. Ambos tuvieron la decencia, la  honestidad, el orgullo, la valentía y el honor de reconocer que el voto ciudadano no les  favoreció en las urnas.

Lo más increíble es que el PAN de Pedraza  presentó un recurso de impugnación ante la Unidad Técnica de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral,  dos días después de que este organismo entregó al PRI un reporte de 88 cuartillas donde  valida los  gastos de campaña presentados  por los 300 candidatos a diputados  federales que postuló el PRI, de manera individual o en alianza con el Partido Verde.

En el caso de Nuevo Laredo,  en la campaña de Yahleel Abdala Carmona, el PRI reporto un gasto de 928 mil 681 pesos, mucho menos del tope de gastos  de campaña autorizado por el INE que  fue de un millón 260 mil pesos.

Durante la campaña, el PRI entregó a esta Unidad Técnica la documentación sobre sus ingresos y egresos, entrego facturas de todos sus gastos en propaganda, en contratación de espacios en medios impresos, en producción de anuncios para radio y televisión, en internet, en cine. Entrego la documentación sobre cada  manta instalada, sobre cada espectacular contratado, sobre cada camiseta entregada.

Y después de revisar toda esa documentación, la Unidad  Técnica concluyó que todo  está  en orden. Pero ahora Pedraza descalifica ese reporte y presenta su propia impugnación.

Durante la campaña, Pedraza peco de soberbio. Insistió una y otra vez que  el PAN tenía una candidata ganadora y  se negó  a autorizar que participara en un debate. No solo eso,  bloqueo los debates organizados por organismos como  Mujeres en los Medios de Comunicación, Coparmex y el del Consejo de Instituciones. El PAN bloqueo el avance de la democracia en Nuevo Laredo y es un dato que quedará en la historia de esta ciudad.

Al final del día, como diría Enroque Reséndez,  el resultado fue desastroso para el PAN: de 84 mil votos que obtuvo en el 2013 cayó a 47 mil en Nuevo Laredo. El PAN perdió más de 36 mil votos. Eso es lo que no ha querido reconocer ni Pedraza ni el panismo