20 de marzo, 2015
El impuesto de la tenencia se ha convertido en tema electoral en los últimos años, sobre todo a partir de que Felipe Calderón lo tomó como bandera en su campaña presidencial y prometió eliminarlo si llegaba a Los Pinos.
Una vez, Presidente, Calderón pudo usar su poder y convencer a la Suprema Corte de Justicia de la Nación de que declarara inconstitucional la tenencia, pero en vez de eso, al final de su sexenio se limitó a desaparecerlo como impuesto federal y lo dejo en manos de los gobiernos estatales. Fue una actitud perversa, pues si alguien conoce a los gobernantes era él y ya sabía que la mayoría de los gobernadores no consentiría en desaparecerla. Siete de ellos lo desaparecieron, pero persiste en 25, es decir, la inmensa mayoría.
En Tamaulipas, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, que preside Arturo López Garza, está planteando al Gobierno del Estado que se incremente de 200 mil a 300 mil pesos el valor de los vehículos exentos del pago de tenencia.
En el 2012, el Gobierno del Estado subsidio al 100 por ciento el pago de la tenencia, para toda clase de vehículos.
En el 2014 y el 2015, el Gobierno del Estado determinó eliminar la tenencia para vehículos cuyo valor de factura sea menor de 200 mil pesos, pero esta prerrogativa queda sin efecto si el propietario esta dado de alta en el Servicio de Administración Tributaria en el régimen de honorarios, donde entran los profesionistas.
Ahora bien, el padrón vehicular en Tamaulipas es de un millón 224 mil vehículos de los que el 90 por ciento están exentos del pago de tenencia, por tener un valor comercial de menos de 200 mil pesos o por ser unidades con más de 10 años de antigüedad.
En el 2014, Tamaulipas recaudó 1,100 millones de pesos por derechos de control vehicular y 400 millones de tenencia.
Es decir, si se eliminara la tenencia, el Estado dejaría de recibir menos de 400 millones de pesos, pues esas unidades seguirían pagando los derechos de control vehicular.
A cambio, es posible que a menor tenencia, más automovilistas se animen a comprar vehículos de modelo reciente.
El debate sobre la tenencia debe despolitizarse y deben ser los actores productivos los que enarbolen esta causa.
Cada vez, que hay campañas, abundan los políticos que usan la tenencia como bandera, pero lo hacen sin tener datos duros para sustentar sus dichos. En el fondo no les interesa que se elimine, quieren hacer ruido, presentarse como defensores de la ciudadanía, pero terminan las campañas y el tema se empolva, solo que para que una vez que haya elecciones, se acuerden de las promesas incumplidas.
En los últimos años, los distribuidores de autos y los bancos, han facilitado el acceso a créditos para adquirir vehículos nuevos, pero la tenencia, junto con los seguros, siguen siendo una pesada losa para los automovilistas. Igual de costoso resulta cambiar de placas cada tres años.