9 de marzo, 2015
Acostumbrados, desde hace algunos sexenios, al bipartidismo, en Nuevo León, la historia puede cambiar si es que el candidato independiente a la gubernatura, Jaime Rodríguez, El Bronco, gana las elecciones del 7 de junio.
En Nuevo León, como en el resto del país, la ciudadanía esta hastiada de los partidos y de los políticos. Eso, en corto, podría explicar el crecimiento que ha tenido en los últimos meses el movimiento de Jaime Rodríguez, ex alcalde priista del pequeño Municipio de García, que ha sufrido las presiones de la delincuencia organizada y lo ha hecho público.
Siendo alcalde, sobrevivió a un atentado a balazos, sufrió el secuestro de una hija de dos años y uno hijo mayor perdió la vida en un accidente sospechoso. Pese a todo ello, El Bronco no declina en sus aspiraciones y él mismo ha contado que cuando sale de su casa, se despide de su mujer, “aunque andemos encabronados”, porque no sabe si regresara a casa.
Apoyado en las redes sociales, El Bronco ha hecho proselitismo en los últimos meses y reunió más de 350 mil firmas de apoyo para poder registrarse, el triple de las exigidas por la ley, que era de 103 mil.
Ha dicho que su campaña no será de despilfarro sino que se apoyará en las redes por ser baratas y porque ahí ha encontrado apoyo instantáneo. A través de las redes, en dos días, habría reunido dos mil voluntarios que lo ayudarán a cuidar las casillas el día de la elección.
En el arranque de las campañas, las encuestas lo ubican en el segundo lugar de las preferencias ciudadanas.
Parametría, por ejemplo, acaba de dar a conocer que la candidata del PRI, Yvonne Alvarez tiene 37 puntos; Jaime Rodríguez, 27; y Felipe de Jesús, del PAN, 22.
No es descabellado pensar que en las próximas semanas, declinen los candidatos del PRD, MC y Morena, para sumarse a El Bronco, conscientes de que no tienen posibilidades de ganar y de que además, respaldarían a un proyecto netamente ciudadano. Si esto se da, se incrementarán las posibilidades de El Bronco, que ha hecho del combate a la corrupción, una de sus banderas políticas.
Si El Bronco pierde, es posible que contribuya a la futura democratización del PRI y el PAN de Nuevo León, que en los recientes procesos de selección interna optaron por los dados cargados, porque es la forma en que han actuado siempre y hasta ahora les ha dado resultados.
En Tamaulipas suena difícil pensar que en el 2016 podamos ver a un Jaime Rodríguez. No hay las condiciones para ello. Los políticos actuales, están formados en la política fácil del partidismo. Ante la imposición, todo mundo opta por la disciplina, que alcanza niveles de abyección, con la esperanza de que si no es hoy, ya será mañana.