3 de febrero, 2015
El viernes 27, el diputado federal Glafiro Salinas Mendiola, rindió su segundo informe de actividades legislativas, ante unos 150 invitados y en entrevista dijo que en los siete meses que le restan a su gestión, trabajara de la mano con los cinco alcaldes de los municipios que integran el Primer Distrito para gestionar recursos para sus respectivas comunidades.
Al informe asistió el ex dirigente estatal del PAN, José Alberto López Fonseca, quien busca ser candidato plurinominal a la diputación federal.
Al día siguiente, López Fonseca se reunió con la fracción disidente del PAN que encabeza Eliseo Raúl Huerta y que tuvo el valor y el mérito de jugársela abiertamente con César Augusto Verastegui y el senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quienes finalmente ganaron la elección del 11 de enero.
López Fonseca les pidió el voto a los disidentes que ciertamente lograron solo 21 votos aquí en Nuevo Laredo, a pesar de que en marzo del 2014 habían obtenido 36.
El encuentro entre López Fonseca y Huerta fue en un céntrico restaurante y al salir de la reunión el ex dirigente se encontró con la desagradable sorpresa de que su coche no estaba, lo que lo alarmó de manera instantánea, pero el reportero Francisco Pucheta, le sugirió que se calmara y le dijo que era probable que su unidad hubiese sido levantada por una grúa de tránsito y lo llevó al corralón, distante unos cuantos cientos de metros, donde efectivamente estaba el vehículo y el personal accedió a entregárselo, con las consabidas disculpas.
En otro tema, para este miércoles está previsto que Agustín Chapa Torres presente ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de Tamaulipas, una impugnación por los resultados de la elección del 11 de enero, en la que César Augusto Verastegui se convirtió en el nuevo dirigente estatal del PAN al obtener 2,904 votos contra 2,352 de Chapa.
Chapa impugnó estos resultados ante el Comité Ejecutivo Nacional del PAN que falló en su contra el 31 de enero.
Si Chapa fracasa ante el Tribunal Electoral de Tamaulipas, puede recurrir el Tribunal Federal y después ante los tribunales internacionales.
Pero no es un enfrentamiento entre Chapa y el señor Verastegui, sino entre Chapa y el Comité Ejecutivo Nacional del PAN.
Todo esto no es impedimento para que César Augusto Verastegui tome posesión como dirigente estatal del PAN y desde esa posición empezará a operar con la mira puesta en las elecciones del 2015 y del 2016, en las que su principal enemigo son los números de la elección del 2013, en las que hay una diferencia de entre 140 a 180 mil votos, entre el PAN y en el PRI, ya sea que se compare la elección de alcaldes o las de diputados. 140 mil o 180 mil, son muchos votos y eso bien que lo sabe el señor Verastegui que no puede llegar a la elección del 2015 pensando que se trata de un pic nic o que será una repetición de la elección del 2012, pues ya no se tiene la presencia de la señora Josefina Vázquez Mota.