2 de febrero, 2015
Cuando las pre-campañas no estaban reguladas por la ley, facilitaban que los aspirantes a puestos de elección popular realizaran proselitismo político con meses e incluso años de anticipación. El ejemplo más común es el del ex presidente Vicente Fox que se empezó a promover como aspirante, por lo menos tres años antes de la elección del 2000.
Además, como no había reglas, los aspirantes gastaban dinero sin más límite que el que fijaba su propia cartera. Literalmente se tiraba el dinero a la calle, pues los aspirantes instalaban espectaculares, pendones, calcomanías, distribuían toda clase de artículos publicitarios, organizaban bailes y eventos masivos, lo que despertaba la condena pública por el despilfarro de recursos.
Esa condena pública orilló a que finalmente el Congreso legislara para regular campañas y pre-campañas, estableciendo los límites de lo permitido y endureciendo las sanciones a quien los sobrepasara.
“Lo que se buscaba con la regulación era la equidad para los partidos, pero la autoridad cayó en los extremos”, sostuvo Rafael Orozco Domínguez, uno de los principales activos del Partido de la Revolución Democrática.
Recuerda como con muchísimo tiempo de anticipación los partidos con más recursos, tapizaban las calles con propaganda, de tal manera que cuando arrancaba la campaña, los partidos minoritarios tenían dificultades para colocar su propaganda, pues no había dónde hacerlo.
“Ahora las reglas son tan duras que partidos y candidatos tienen temor de incurrir en infracciones y que se les cancele su participación”, agregó y explica que por eso las pre-campañas pasan desapercibidas para la ciudadanía, pues los partidos que deciden aprovecharlas, las realizan al interior de su membrecía y por eso no hacen ruido.
Las pre-campañas de los aspirantes a candidatos a diputados federales iniciaron el 10 de enero y concluyen el 18 de febrero, precisa Manuel Moncada Fuentes, Vocal Ejecutivo del Instituto Federal Electoral.
Durante este período los aspirantes pueden ejercer un gasto de hasta 210 mil pesos.
Aclara que las pre-campañas no son obligatorias, los partidos están en su derecho de usar este lapso de tiempo para que sus aspirantes se promuevan entre la militancia, pero también pueden decidir esperar hasta las campañas, del 5 de abril al 3 de junio.
“Lo que los partidos si están obligados a hacer es informar al INE, en el mes de diciembre, qué método de selección van a utilizar para escoger a sus candidatos, en el que pueden ser varios los aspirantes o también pueden tener un solo candidato, esa es una decisión de ellos”, agregó.
Precisó que las pre-campañas están dirigidas exclusivamente a los militantes de cada partido.
Los aspirantes no están autorizados a instalar espectaculares, pendones, calcomanías, ni a distribuir artículos publicitarios.
Tampoco pueden pedir el voto para su partido, ni pueden hablar de propuestas legislativas, pues estarían incurriendo en actos anticipados de campaña.
La nueva Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, define, en el artículo 211, fracción I, la propaganda de precampaña como “al conjunto de escritos, publicaciones, imágenes, grabaciones, proyecciones y expresiones que durante el periodo de precampaña difunden los precandidatos con el propósito de dar a conocer sus propuestas y obtener la candidatura a un cargo de elección popular.
En la fracción 2 señala que durante las precampañas sólo se podrán utilizar artículos utilitarios textiles.
Y en la 3, dice que la propaganda de precampaña deberá señalar de manera expresa, por medios gráficos y auditivos, la calidad de precandidato de quien es promovido.
En el 456 establece que los pre-candidatos que incurran en infracciones durante su pre-campaña pueden ser sancionados de la siguiente manera:
I. Con amonestación pública;
II. Con multa de hasta cinco mil días de salario mínimo general vigente para el Distrito Federal, y
III. Con la pérdida del derecho del precandidato infractor a ser registrado como candidato o, en su caso, si ya está hecho el registro, con la cancelación del mismo. Cuando las infracciones cometidas por aspirantes o precandidatos a cargos de elección popular, cuando sean imputables exclusivamente a aquéllos, no procederá sanción alguna en contra del partido político de que se trate. Cuando el precandidato resulte electo en el proceso interno, el partido político no podrá registrarlo como candidato.
Moncada señaló que en cambio los aspirantes sí pueden tener entrevistas individuales o de grupo, con sus compañeros de partido, para pedirles que lo apoyen en la votación interna y cuando son candidatos únicos, para pedirles su apoyo.
PROS Y CONTRAS
Homero Ochoa Gutiérrez, ex secretario general en el Comité Municipal del PAN y representante ante el INE, opinó que la regulación de las campañas se justifica porque las pre-campañas están orientadas a la militancia.
“En todo caso las reglas excesivas afectan a quien busca una candidatura, no es conocido y teniendo dinero de sobra para gastar, se encuentra con las limitaciones y topes de gastos, pero en cambio a quien si lo conoce la militancia, todo se le facilita, pues la entrevista personal, con grupos, permite estar en contacto con sus correligionarios”, agregó.
Creo que las pre-campañas no deben ser abiertas, pues están dirigidas a los militantes, en cambio la campaña constitucional es la que si permite llevar las propuestas a la ciudadanía en general, apuntó.
Jorge Isaac López González, Secretario de Acción Electoral del Comité Municipal del PRI, está de acuerdo en que con todo y las regulaciones, para su partido las pre-campañas se facilitan porque se tiene toda una red de sectores y organizaciones que en este tiempo son visitadas por los pre-candidatos.
Y la pre-campaña permite posicionar al pre-candidato ante la militancia, para que lo conozcan, escuchen sus propuestas, que se informen quién es, cuál es su trayectoria, cuál es su participación en el partido.
Dijo que las nuevas reglas obligan a los partidos a capacitarse para conocer con exactitud qué pueden y que no pueden hacer en la pre-campaña.
“La ley es tan dura que los pre-candidatos no pueden usar en sus mensajes la palabra voto, sufragio, elección, nada que se puede tomar como un acto anticipado”, señaló.
Insistió en que pese a lo severo de la ley, vale la pena que los partidos aprovechen este período para realizar proselitismo.
“Nos sirve para ir calentando, para llegar con más animo a la campaña formal”, agregó.
Martín Sánchez Mendoza, dirigente del Partido del Trabajo, señaló que en el caso de su instituto, no hicieron uso de la pre-campaña, porque ello implica gastar dinero que no se tiene.
“Pero además, las pre-campañas están orientadas a los militantes y en el PT nos conocemos los militantes, no tiene caso gastar dinero cuando todos nos conocemos”, apuntó.
Es mejor esperarnos hasta la campaña, cuando la ley si nos autoriza a hacer proselitismo con la ciudadanía y nos permite difundir nuestras propuestas.
Rechazó que descartar las pre-campañas, perjudique.
“No nos perjudica porque el proselitismo solo se hace entre militantes, no hay acceso a los ciudadanos”, apuntó.
El dirigente dijo que con todo y que las pre-campañas establecen limitaciones para la difusión, hay partidos que se aprovechan que las redes sociales no están reguladas, para realizar actos que evidentemente son actos anticipados de campaña.
“Hemos visto en las redes sociales fotografías de aspirantes que andan recorriendo las colonias, dando a conocer sus propuestas. Ellos mismos lo dicen en los mensajes que publican, pero saben que las redes no están reguladas por la ley y por eso aprovechan para promoverse, sabedores de que hay miles de seguidores”, concluyó.