8 de enero, 2015
La elección del PAN para elegir a su nuevo dirigente estatal se acerca, en medio del escándalo que envuelve a uno de los aspirantes, Agustín Chapa y a uno de sus promotores, el diputado Enrique Rivas.
Primero se difundió que Agustín Chapa se niega a pagar más de 900 mil pesos a la señora María Luisa Barrientos, a pesar de que un Juez Civil lo condenó a pagar esa cantidad y ahora el escándalo se repite, con la difusión de un video y fotografías de despensas, con calcas de Agustín Chapa, encontradas en la casa que el diputado Rivas ocupa en Ciudad Victoria.
Una fracción del PAN está pidiendo que se anule el registro de Agustín Chapa, porque cuando el Tribunal Estatal Electoral ordenó suspender el proceso, él regreso a su trabajo en el Sistema DIF de Nuevo Laredo.
En medio de todo esto, Pablo Cantú Hinojosa, dirigente interino del PAN ya adelantó que Enrique Rivas será destituido como coordinador de los diputados locales, suerte que ya estaba decidida, en el supuesto de que César Augusto Verastegui sea el nuevo líder de Acción Nacional en Tamaulipas.
El proceso electoral panista ha estado viciado desde mucho antes de que se publicara la convocatoria, ya que hay que recordar que en septiembre del 2014 el Comité Directivo Estatal, entonces encabezado por José Alberto López Fonseca, tomó el acuerdo de que no hubiese elecciones y que la directiva permaneciera hasta después de la elección federal de junio de 2015.
Sin embargo, el CEN de PAN no atendió la sugerencia, emitió la convocatoria que el CDE combatió ante el Tribunal Electoral de Tamaulipas pero que finalmente perdió ante el Tribunal Federal Electoral.
Muy mal se vio el CDE del PAN enfrentándose ante el CEN de su propio partido y encima perdió.
Todos estos enfrentamientos son el resultado de los pleitos cupulares entre los principales aspirantes a la gubernatura en el 2016 y que dejo como primera víctima a la alcaldesa de Matamoros, Leticia Salazar, a la que el CEN no la dejó poner al candidato a la diputación federal, lo que hace suponer que tampoco la dejarán ni ser candidata a gobernadora ni proponer al candidato a la alcaldía en el 2016. La soberbia la hundió.
Y mientras Agustín Chapa y Enrique Rivas, se encuentran preocupados por los señalamientos públicos que se les hacen, Rafael Pedraza Domínguez se siente contento porque va en caballo de hacienda para ser el candidato a la diputación federal, aunque no lo será por la vía plurinominal, cómo él hubiese querido, sino por la vía de mayoría. Es decir, tendrá que sudar la camiseta, si quiere ganar. Y va a tener que meterle muchísimo dinero para convencer a la ciudadanía de que le otorgue el voto, salvo que esté convencido, como aquel personaje que interpretaba Alejandro Suárez, que es tan simpático que todos debemos aplaudirle cada palabra y cada gesto que hace.