19 de noviembre, 2013
El Buen Fin fue un éxito…pero en Estados Unidos.
Nuevo Laredo y Reynosa vivieron el fin de semana una auténtica invasión regia, con miles de viajeros que usaron ambas ciudades como paso para dirigirse a Laredo, San Antonio, Mc Allen y el Valle de Texas.
Cruzar a Laredo, representó una espera de más de tres horas, para visitantes y residentes, salvo para los que tienen Sentri, que cruzaron en unos pocos minutos.
No solo cruzar al lado americano fue un tormento, igual fue la espera. Las largas filas en la autopista 35, ocuparon varios kilómetros y los automovilistas tuvieron que soportar varias horas de espera.
Restaurantes, hoteles, comercios, todos hicieron su agosto en noviembre, con la llegada de miles de compradores mexicanos que aprovecharon ofertas de ensueño y encima, reclamaron la devolución de los impuestos, o taxas, como sucede desde hace muchísimos años.
En alguna tienda nos toco escuchar a dos damas regias, quejándose primero de que duraron varias horas en el puente y quejándose después de tener que esperar 40 o 50 minutos para ser atendidos en la caja.
“Pero vale la pena”, se justificó una de ellas, “porque vas a Liverpool y en tres cositas ya te acabaste tu dinero”.
Quienes conocen las tiendas Liverpool saben que ahí encuentran ropa de marca, pero también saben que la misma prenda que en los comercios de Laredo cuesta, 80 o 100 dólares, en Liverpool les va a costar 2,500 o 3,000 pesos.
El caos vehicular que trastocó la frontera desde el viernes 15 al lunes 18, fue tan solo una muestra de que el comercio mexicano no tiene forma de competir con sus homólogos del lado norteamericano. Y si no hay competencia en estos momentos que allá el IVA es del 8.25 y acá es de 11, menos habrá cuando en el lado mexicano pasemos del 11 al 16 por ciento.
La invasión de compradores regios, o coahuilenses, o duranguenses, o defeños, se seguirá dando en diferentes épocas del año, máxime que el comprador mexicano tiene la ventaja de poder solicitar la devolución de lo que pago del IVA y cada año millones de dólares son devueltos.
Mientras en el lado norteamericano a los comerciantes les fue muy bien, en el lado mexicano ciertamente el Buen Fin incentivo las ventas, pero no con los niveles de locura de allá.
Además, hay quienes se quejan de que anticipadamente le echaron el ojo a determinado artículo que hace una semana costaba 3 mil pesos a precio normal y durante el Buen Fin se incremento a 4 mil 500, pero se ofrecía un descuento del 50 por ciento. Nos tocó un restaurante donde se exhibía una cartulina del Buen Fin, pero el menú no hablaba de ningún descuento, ni de muestras gratis de bocadillos o bebidas. Todo se reducía a una cartulina.
En fin, si el pasado fin de semana en el lado norteamericano se vivió la locura, ni siquiera podemos imagina qué va a pasar en el fin de semana del 29 de noviembre al 1 de diciembre, cuando oficialmente arranca la temporada navideña en los Estados Unidos, con su ya clásico Viernes Negro, en el que, júrelo, tendremos otra invasión regia.