23 de octubre, 2013
La aprobación definitiva de la reforma fiscal propuesta por el Presidente Enrique Peña Nieto está en manos del Senado de la República, donde bastarán 65 votos para que sea aprobada en los mismos términos en que lo hizo la Cámara de Diputados.
El PRI y el Verde, que van aliados, suman 61 votos, es decir, les faltan cuatro para tener mayoría y puesto que en la Cámara Baja el PRD votos con ellos dos, sumarían otros 22 votos. O bien, pueden echar mano de los 5 votos del PT, 1 del MC y 1 del Panal.
Claro en política todo es negociación. Que el PRD haya votado junto con el PRI en la Cámara de Diputados, a cambio de más recursos para el Distrito Federal, no significa que vaya hacer lo mismo en el Senado. E incluso bien puede darse el caso de que el PRI no vote en bloque. A final de cuentas, ni en la Cámara de Diputados ni en el Senado se vota de manera razonada, sino por razones políticas.
Hoy el PRI es visto como el villano de la frontera por haber aprobado la homologación del IVA y si en el Senado votara diferente, lograría cambiar su imagen, de villano a héroe.
La homologación apenas representan 15 mil millones de pesos extras para el gobierno federal, lo que es muy poco en un presupuesto que se aproxima a los casi cinco billones de pesos.
Desde hace algunos meses, las autoridades y la sociedad de Baja California y Ciudad Juárez han estado presionando para que no se aplique el IVA en la frontera.
Ciertamente el panorama se ve muy difuso para la frontera. Todo indica que la homologación del IVA será un hecho a partir de enero, lo que traería una serie de consecuencias que afectarían lo mismo a la industria y el comercio, que a los consumidores en general.
En la industria maquiladora, un incremento del 5 por ciento le restará competitividad, porque las empresas se instalan en los países que les ofrecen mejores condiciones y hasta el ahorro de unos pocos dólares influye a la hora de decidir en dónde invierten.
La industria restaurantera también se verá afectada al tener que cargarle a sus clientes este cinco por ciento adicional e igual pasa con muchos comercios, desde la compra de coches nuevos, los servicios de mensajería, los hoteles, los servicios públicos. El impacto será brutal, máxime en momentos en que la economía está en recesión, al menos en Nuevo Laredo, donde por lo menos 80 mil personas se ven obligadas a vivir en la informalidad ante la falta de empleos formales.
Triste panorama para los fronterizos con el inminente incremento en la tasa del IVA, tan lejos del gobierno federal y tan cerca de los Estados Unidos, lo que permite hacer comparaciones odiosas en las que siempre nos toca perder, como si hubiésemos destinados a siempre perder.
Y como en México no les gusta innovar, sino copiar, esperemos que alguno de los genios financieros del gobierno se le ocurra más adelante homologa la tasa del IVA con la que tiene algunos países europeos, que es hasta del 22 por ciento.